El juicio al fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, y a otros cuatro acusados de concusión agravada, tráfico de influencias y cohecho, comenzó ayer en el Tribunal Federal Nº 2 de Córdoba. Entre los imputados, además Viaut, se encuentran su colaborador en los Tribunales Federales de San Francisco, Darío Fabián Rivarola, además de Gerardo Agustín Panero, Víctor Hugo Brugnoni y Walter Gustavo Fattore.
Los cinco serán juzgados por dos hechos: en el primero, se los imputa por concusión agravada debido a que se les adjudica, tanto a Viaut como a Rivarola, haber exigido elevadas sumas de dinero para “cajonear” las actuaciones en contra de miembros de una cooperativa de la localidad de El Tío, en el departamento San Justo.
El segundo hecho cuenta con la supuesta participación de Panero, Fattore y Brugnoni. Los dos primeros habrían sido intermediarios en el pedido de dinero a Brugnoni para que Viaut beneficiara al hijo de este, quien estaba preso en Bell Ville por una causa de abuso sexual, que es de competencia provincial.
Durante el proceso, el fiscal general Carlos Gonella actuará como acusador en el juicio ante el tribunal constituido por los vocales María Noel Costa (presidenta), José Fabián Asís y Julián Falcucci.
Asimismo, las acusaciones se refieren al presunto pedido de $ 2.500.000 para que no avance una causa sobre una cooperativa de viviendas y al pago de USD$ 17.000 para intervenir en una denuncia contra el hijo de un productor agropecuario.
En ese marco, tres de los acusados admitieron ser culpables de los hechos. Tanto Panero, como Fattore y Brugnoni confesaron, y este último indicó haberse sentido “estafado”, ya que, pese a haber abonado el pago de miles de dólares, su hijo “aún sigue preso”.
Viaut, por su parte, se demostró calmo ante la situación y expresó que se siente “tranquilo y confiado”. Además, indicó: “Creo que se va a poder demostrar como fue el armado de esta causa. No existe prueba relativa de cargo en cuanto a mi función”. Para cerrar, el fiscal acusado expresó que “hay muchas cosas que no son ciertas”.
En lo que resta del juicio, seguirán declarando testigos propuestos por la defensa, que podrían ofrecer un enfoque distinto al que ofrece la acusación. También puede haber cuestionamientos de índole formal a un cuadro probatorio contundente, como una grabación y escuchas telefónicas.