Pablo Ventura, el joven de Zárate que fue incriminado falsamente por los rugbiers por el crimen de Fernando Baéz Sosa en Villa Gesell, declaró ayer ante el Tribunal de Dolores.
Ventura comentó que “ninguno” de los ocho imputados pudo mirarlo “a la cara” y sostuvo que “le gustaría” escuchar una explicación de por qué lo mencionaron.
El joven mencionó a la prensa que su declaración duró sólo “entre 15 y 20 minutos”. Por último, añadió que ahora su vida “está tranquila” y que espera que se haga justicia.
Fernando Burlando, el abogado que representa a los padres de Báez Sosa, manifestó que “no existe actitud más miserable en la vida que acusar a un inocente y privarlo de su libertad”, al referirse a la falsa incriminación contra Ventura por parte de los rugbiers imputados de homicidio.
Por otro lado, el jefe de seguridad del boliche “Le Brique” aseguró que los acusados actuaron con “saña” y que uno de ellos, haciendo referencia a Matías Benicelli, pateó “en la cabeza” a la víctima y “ahí no se levantó nunca más”, pese a lo que otros agresores “le siguieron pegando”.