Detuvieron al policía que mató a un joven de siete balazos

La víctima tenía 21 años y los familiares denuncian un caso de “gatillo fácil”

Detuvieron al policía que mató a un joven de siete balazos

En un hecho que vuelve a poner el foco el accionar de las fuerzas policiales y a menos de una semana del señalamiento del lugar del crimen de Blas Correas, un joven de 21 años, fue asesinado al recibir siete balazos de parte de un agente en barrio Parque de la Vega III.

La víctima fue identificada como Víctor Calderón, quien en la madrugada de ayer fue asistido en el Hospital Eva Perón, donde se constató que su cuerpo registraba trece orificios de arma de fuego: 5 en el tórax posterior, 3 en miembro inferior, 3 en miembro posterior y 2 en tórax anterior derecho.

El efectivo policial, que está detenido, admitió el hecho y quedó imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” aunque señaló que el hecho se dio en una presunta situación de robo. El caso quedó en manos de la fiscal Lilian Copello, quien confirmó la carátula del hecho.

Copello aclaró este jueves que el cuerpo presentaba siete balazos y 13 orificios, lo que explica que seis de los disparos entraron y salieron del cuerpo, en tanto una séptima bala ingresó pero no salió despedida.

El agente involucrado es Franco Paglino, quien tenía antecedentes similares tras haber abatido a Ricardo Sarravalle, uno de los delincuentes del golpe a la financiera de Nueva Córdoba, en 2018.

Según Paglino, el episodio sucedió el martes cuando se encontraba de civil conduciendo en su moto hacia la casa de un conocido. Según el relato habría sido interceptado por dos hombres a bordo de otra moto. Allí, el acompañante habría descendido del rodado para robarle el rodado mediante amenazas de arma de fuego por lo que el efectivo se presentó como tal y se produjo un intercambio de disparos.

Copello señaló que el tiroteo estaría confirmado debido a que hubo una testigo que afirmó haber presenciado el momento en la intersección de las calles Cleto Aguirre y Pincen. No obstante, para la familia, se trató de un caso de gatillo fácil. “Si quiso robar, por qué no le pegó en las manos”, dijo Abigail, una de las hermanas de la víctima, quien fue llevado al hospital en un auto particular.

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