La Justicia de Córdoba condenó esta semana a dos hombres por distintos femicidios. En el primer caso, se trató de Damián Jesús Ruiz, de 62 años, imputado por homicidio calificado doblemente por el vínculo y violencia de género en grado de tentativa, quien recibió 14 años y tres meses de prisión, mientras que, en el otro hecho juzgado, Nicolás Agustín Zabala, de 24 años, recibió la pena de prisión perpetua por el crimen de su ex pareja Oriana Giannini.
En el caso de Ruiz, la Cámara 11 del Crimen lo encontró culpable por el intento de asesinato de su concubina, María Isabel Garay, de 57 años, el 9 de julio de 2021. En ese entonces, Ruiz atacó con un objeto duro y le provocó un certero golpe en la cabeza a la víctima, quien, malherida, atinó a regresar al dormitorio y acostarse.
En ese momento, Ruiz le dio otro golpe en la cabeza para rematarla, ocasionándole hundimiento de cráneo y dejándola inconsciente. Luego, para encubrir el crimen, Ruiz se autoinfligió un daño en el pecho y llamó a la hija de Garay para decirle que unos ladrones habían ingresado a su domicilio de barrio Estación Flores y habían asesinado a su madre.
Sin embargo, al llegar, la hija de la víctima se percató de que su madre aún tenía signos vitales y alcanzó a trasladarla al Hospital de Urgencias. Gracias a la pronta atención, la mujer sobrevivió y delató a Ruiz, aunque quedó con graves e irreversibles secuelas motrices y cognitivas.
El otro hecho juzgado tuvo lugar en enero del año pasado, cuando Zabala asesinó a Giannini en el baño de su propia casa. El hombre había esperado a Oriana en su domicilio de barrio Trulalá el sábado 29 de enero de 2022, y fue allí donde la abordó y terminó con su vida.
El lunes, el femicida confesó el crimen y aseguró sentirse arrepentido por darle muerte a su ex pareja. “Quería reconocer el hecho y hacerme cargo”, expresó Zabala ante el tribunal, aunque sin la presencia de los familiares de la joven en la sala. “No me acuerdo nada de ese momento, nunca fue mi intención hacerle daño a una persona, pido perdón”, señaló.
Tras la confesión, la Justicia lo condenó por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. La pena había sido acordada entre la defensa y la fiscal de Cámara.