Tras la detención de la enfermera Brenda Agüero (27), acusada de provocarle la muerte a dos bebés en el Hospital Neonatal, ayer se conoció que ambos neonatos perdieron la vida como consecuencia de “exceso de potasio”. En este marco, trabajadores del nosocomio realizaron un abrazo simbólico al edificio.
Los resultados de autopsia ordenada por el fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación, concluyeron que dos de los bebés murieron como consecuencia de un cuadro de “hiperpotasemia por exceso de potasio” que fue “inyectada de manera intencional”. Es por estos dos hechos que se detuvo a Agüero, a quien se acusa de “homicidio calificado reiterado por procedimiento insidioso” y ya fue alojada en el penal de Bouwer.
La medida del fiscal surgió a partir de un patrón que se repetía sobre los bebés fallecidos: un cuarto pinchazo que correspondía al potasio y que las habría aplicado Agüero. Cabe aclarar que los pinchazos habituales con los que se inoculan a los recién nacidos son tres.
Ayer, una compañera de trabajo de Agüero expresó su sorpresa tras la detención y destacó que era “una enfermera respetuosa de las órdenes que daban nuestros superiores”. Además, confirmó, en diálogo con El Doce, que tenía contacto con bebés, cuestión negada por la madre de la joven arrestada.
Asimismo, la colega de la detenida aseguró que las autoridades del nosocomio nunca les dijeron lo que estaba ocurriendo y consideró que las muertes de los bebés no pueden haber sido “responsabilidad de una sola persona”.
En tanto, cerca del mediodía de ayer, los trabajadores del Hospital Neonatal realizaron un “abrazo solidario” alrededor del nosocomio para pedir “justicia por los bebés fallecidos y sus familiares” y “también por solidaridad y justicia” para quienes trabajan en el nosocomio y nada tienen que ver con lo que se investiga. La iniciativa de la manifestación fue de la Asociación de Enfermería de Córdoba.