Dos policías de la Provincia fueron detenidos a raíz de un violento operativo ocurrido en barrio SEP el 23 de diciembre del año pasado. Los efectivos involucrados están imputados por lesiones graves calificadas por la calidad funcional y por el uso de arma de fuego, además de vejaciones calificadas.
A raíz del procedimiento en cuestión, un joven sufrió golpes en la cabeza y su madre recibió dos balazos de goma. Según consta en el expediente, la violenta secuencia se desencadenó cuando los efectivos detenidos, el sargento Ramón Ángel Sebastián Toledo y la oficial Oriana Milena Lucena, quisieron detener a un joven de 18 años mientras patrullaban las calles del barrio.
La víctima, que había estado preso por el robo de un celular hasta el 22 de diciembre, caminaba junto a su novia cuando fue sorprendido por los uniformados. Estos lo requisaron, pero no encontraron nada sospechoso. En ese momento, su pareja huyó corriendo por miedo y le avisó a la madre del chico lo que ocurría.
Cuando la mujer llegó al lugar, vio que los efectivos estaban subiendo a su hijo al patrullero y comenzaron los gritos, insultos y forcejeos. En ese instante, uno de los policías sacó su arma reglamentaria y disparó al menos dos veces con cartuchos de perdigones de goma.
El adolescente resultó con heridas en la cabeza y su madre fue alcanzada por las balas en sus brazos y una de sus manos. Todo quedó filmado por varios vecinos del barrio que estaban en los alrededores y que aportaron los videos al abogado Carlos Nayi, defensor de los lesionados.
“Fueron a controlar a un joven que no había hecho nada ni tenía nada raro ni extraño. Aun así, quisieron detenerlo. Lo trataron como a un criminal y no había hecho absolutamente nada”, afirmó Nayi a La Voz. Además, el abogado dijo que habló sobre este caso con Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad de la Provincia. Ahora, la causa está en manos del fiscal de instrucción Iván Rodríguez.