El pasado domingo, un menor de cinco años recibió una descarga eléctrica al tocar un poste de luz en una plaza de El Chingolo III. Tras el hecho, fue trasladado al Hospital Infantil en estado reservado y afortunadamente tras varios controles, ya fue dado de alta.
Según declararon familiares, el niño se encontraba jugando al fútbol descalzo, por lo que la descarga fue aún más fuerte. Sufrió quemaduras en sus manos y la patada de energía lo arrojó a un metro de distancia.
Soledad Segura, mamá del nene, recordó el momento en Telenoche: «Estaban jugando a la pelota y de repente pasó Yael, tocó el poste, lo agarró la corriente y lo largó a un metro». El caso tuvo circunstancias similares a las del que ocurrió la semana pasada en Alto Alberdi, cuando murió un adolescente de 14 años, y expone nuevamente los peligros de la falta de mantenimiento y control de los postes.
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«A la media hora empezó a llorar porque le dolía el brazo y las piernas, entonces el patrullero nos llevó al Hospital Infantil», relató la madre del niño y continuó: “cuando llegamos allá empezó a descomponerse, le pusieron suero, le hicieron placas y análisis, y lo dejaron en observación 24 horas”.
Si bien el resultado hubiera podido ser una tragedia, Yael resultó ileso. Luego del alta la mujer expresó: “No perdí la fe en toda la noche, le pedí tanto a Dios que estuviera bien y que saliera de ahí rápido”.
Refiriéndose a la falta de controles, agregó: «Me da mucha rabia por qué pueden tener un poste así, sabiendo que la plaza es pública y va cualquier niño».
El caso fue similar al de Luciano Aranda, un adolescente de 14 años que falleció por apoyarse en otro poste de luz en Alto Alberdi. Ambos casos exponen nuevamente los peligros de la falta de mantenimiento y control de los postes.