Tras el ordenamiento de la Fiscalía de Instrucción del segundo turno de Villa María, a cargo de Juliana Companys, fue detenido el cabo Primero de la Policía Federal Guillermo Ardiles, imputado por «encubrimiento agravado» en el marco de la causa Generación ZOE.
Según lo indicado por el Ministerio Público Fiscal, Ardiles cumplía funciones en la delegación de la policía federal de ésa ciudad. Se trata del quinto efectivo policial detenido en esta causa; los cuatro anteriores formaban parte de la Policía de la provincia de Córdoba.
El hombre, de 42 años y miembro de la PFA al menos desde 2014, habría filtrado información a los líderes locales para que se mantengan prófugos.
Asimismo, las autoridades siguen sin dar con el paradero de Leonardo Cositorto, CEO de Zoe, quien permanece desde hace meses en el exterior del país y por vías virtuales anunció el «relanzamiento» del grupo empresarial.
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Cabe destacar que Generación Zoe tuvo su desempeño más fuerte en el interior en Villa María, donde al menos diez personas efectuaron denuncias por ser víctimas de estafa. Tuvo una oficina comandada por coaches ontológicos.
Hoy, sus líderes locales están detenidos tras haberse fugado por casi un mes, entre ellos el jefe local Claudio Álvarez, nexo directo con Cositorto y dueño de dos BMW, y su madre Silvia Fermani. También se arrestó a Norman Próspero, contador del conglomerado, que negó cargos en su contra en su indagatoria del viernes pasado.