A más de siete años del suceso, comenzó este martes el juicio oral y público por la explosión de la Química Raponi en barrio Alta Córdoba de nuestra ciudad.
La detonación que conmocionó a toda la provincia ocurrió el 6 de noviembre del 2014 y tuvo una víctima fatal: María Angélica Cueto. Además, provocó decenas de heridos y daños parciales y totales en viviendas.
El proceso judicial cuenta con 33 querellantes y se lleva adelante en la Cámara Cuarta del Crimen y se prevé que finalice el 23 de marzo.
El único imputado en el caso es Sergio Hilton Raponi (59), dueño de la empresa que sufrió la explosión, “por estrago doloso doblemente calificado”. A fines de 2014 estuvo en prisión pero fue liberado a comienzos de 2015, luego de pagar una fianza.
Oportunamente fue detenido e investigado también Javier Lagares, ingeniero de que asesoraba a la empresa, aunque luego fue sobreseído.
Por el delito, la querella representada por el doctor Mario Gregorio, pidió la condena por “estrago doloso” para Raponi. En caso de confirmarse, el delito implicaría entonces una sanción mínima de ocho años de prisión y una máxima de 20 con cumplimiento efectivo.
El punto clave de la acusación se centra en que una parte del depósito de la firma “Raponi Industrial Química SRL” funcionaba de manera clandestina, según la Justicia. Se afirma que con conocimiento del peligro, en el predio se guardó material químico altamente inflamable sin aplicar las medidas básicas de seguridad.
Es de allí que surge la figura dolosa en la acusación, es decir intencional, descartando un plano culposo, o sea de negligencia.
El proceso legal está en manos del fiscal Raúl Gualda, quien pretende iniciar un juicio abreviado por “estrago culposo” en lugar de doloso. “Nosotros no estamos de acuerdo y nos vamos a oponer”, remarcó Gregorio.