Investigan una fiesta clandestina en la propiedad de un juez: “Y bueno, habrá que pagar la multa”

Además, el propietario del lugar aseguró que la fiesta se hizo masiva debido a la viralización por redes sociales y que no cobraban entradas sino que “hicieron la polla para comprar bebidas”.

Investigan una fiesta clandestina en la propiedad de un juez: “Y bueno, habrá que pagar la multa”

La estancia donde se desarrolló la fiesta. Fuente: El Doce.

En Unquillo recibieron el Año Nuevo con una fiesta clandestina que se llenó de personas y que se llevaba a cabo en un predio del que el juez Arturo Ferreyra es propietario. La fiesta se llevó a cabo en la estancia denominada San José del Rosario, en barrio San José, y según el acta labrada por un inspector municipal de aquella localidad había unas 300 personas.

Dado este marco, la Fiscalía de Instrucción de feria del turno 4, a cargo de Jorgelina Gutiez, inició de oficio una investigación “para establecer si eventualmente pudiere surgir responsabilidad penal alguna en el hecho”. La fiesta se llevó a cabo justo cuando rige una prohibición, hasta el 4 de enero, para este tipo de evento en la provincia de Córdoba.

El testimonio del juez propietario

El lunes por la tarde atestiguó Ferreyra, juez de Ejecución Penal de Villa María, quien reconoció que la fiesta se realizó en su predio, que la organizó su hijo, pero desconoció que esas 300 personas hayan sido invitadas en un primer momento.

“Mi hijo me dijo que se iba a juntar con sus amigos y yo le dije que me iba a pasar las Fiestas con mi hermano en Villa Allende”, reconoció Ferreyra, en declaraciones al medio Telenoche.

Luego de los festejos, retornó a su hogar y fue advertido por la presencia de la policía. “Cuando me avisan y salgo, había varios autos, unos cuantos autos. Dentro del predio. Les dije que estaba esa gente porque se difundió viralmente esta reunión. Como no hay lugares adónde salir se han venido todos para acá. Mi hijo me dijo había gente que no sabía quién era”, reconoció.

“Nunca tuvimos la intención de eso. ‘Papá yo invité a 30 amigos míos’, eso me dijo mi hijo”, remarcó Ferreyra. Y habló del supuesto cobro de entradas: “Mi hijo me dijo que no cobraron entradas porque no es un negocio. ‘Hemos hecho una polla para comprar la bebida que íbamos a consumir y que se encargaron dos o tres personas’, eso me contó”.

Y concluyó: “Cuando el intendente me haga llegar la notificación de la multa, y bueno, habrá que pagarla y ajustarse a derecho. Hay que asumir las consecuencias”.

Salir de la versión móvil