En la jornada de alegatos llevada a cabo ayer en la Cámara Cuarta del Crimen, el fiscal Raúl Gualda pidió que Sergio Raponi sea condenado a seis años y seis meses de prisión por la explosión de la fábrica química ubicada en barrio Alta Córdoba el 6 de noviembre de 2014.
En su alegato final, el fiscal Gualda sostuvo la figura del estrago doloso, pero eliminó un importante agravante de la acusación contra el empresario, lo que le permite morigerar el pedido de pena. En ese sentido, según el funcionario la muerte de María Angélica Cueto no fue una consecuencia “inmediata” de la explosión, sino que ocurrió ocho días después, y no se encuadraría en ese agravante. Para el fiscal, la explosión habría producido solo lesiones a Cueto y no la muerte, por lo que la escala penal aplicable no es de ocho a veinte años de prisión o reclusión, sino de tres a quince años.
Cabe mencionar que, según testigos presenciales, en su exposición el funcionario eludió definir con claridad si sostenía la figura dolosa o la reducía a culposa. Tanto es así, que el tribunal le solicitó en varias oportunidades que especificara cuál era la figura penal en la que encuadraba el accionar del acusado. Sin embargo, por la pena solicitada, los abogados de la querella estiman que se sostuvo la imputación de estrago doloso.
Carlos Nayi, abogado querellante, adelantó luego que pedirá 12 años de prisión efectiva para Raponi. “Está imputado por estrago doloso doblemente calificado, lo que quiere decir que no obró de manera negligente ni imprudente, sino que asumió conductas temerarias, ocultando deliberadamente la existencia de material combustible e inflamable que generó un riesgo para toda la población”, dijo el letrado e indicó que la próxima semana se podría conocer la resolución del juzgado, una vez terminada la ronda de alegatos.
Por último, Nayi sostuvo que “la señora Cueto no murió por otras causas, sino por las lesiones que sufrió fruto del impacto del portón, que la aplastó como resultado de la onda expansiva de la explosión”.