Esta semana, con la apertura de la segunda parte del año judicial, se conoció la sentencia de la condena a César Manuel Vélez o Vegas por un hecho de abuso sexual en perjuicio de una chica de 14 años, a quien sometió en una obra en construcción, grabó imágenes con su teléfono y amenazó con difundirlas en Facebook si lo denunciaba.
La sentencia del caso estuvo a cargo de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 2° Nominación, en un fallo a cargo de la vocal Graciela Inés Lucero, quien condenó a 20 años de prisión al imputado Vélez o Vegas.
Los delitos por los que fue condenado son la producción de material pornográfico de una persona menor de edad y abuso sexual con acceso carnal continuado como así también por promoción a la corrupción de menores agravado por el medio empleado.
Según la acusación, el imputado Vélez interceptó a la víctima cuando atravesaba un puente peatonal. En ese momento, la niña tenía 14 años. Bajo amenazas de arma de fuego, la obligó a acompañarlo hasta una construcción abandonada y allí abusó sexualmente de ella.
Además, filmó con su teléfono celular parte del hecho y amenazó a la adolescente con publicarlo en las redes sociales si contaba algo. “¿Te gustaría que tu mamá viera esto? Si hablas, lo subo al Facebook”, le dijo.
Para determinar el monto de la pena, la camarista tuvo especialmente en cuenta la que el imputado ya había recibido varias condenas por hechos similares y que los informes técnicos referían “serios obstáculos” en cuanto a las posibilidades reales de resocialización.
Al respecto, la vocal resaltó que los informes del servicio penitenciario daban cuenta de que el imputado se negaba a cumplir con los tratamientos psicoterapéuticos ordenados por los tribunales que la antecedieron. De hecho, desde el año 2000 a la actualidad solo estuvo en libertad 90 días.
Por otra parte, la camarista Inés Lucero incluyó en la sentencia unos párrafos dirigidos a la víctima y a su familia. En ese fragmento, le expresó a la madre que tanto ella como los abuelos de la niña “no deben sentir ninguna culpa” por lo que ocurrió. “En el debate se demostró que hay un solo responsable de lo ocurrido”, enfatizó.
En sus fundamentos la jueza Lucero cuestiona el maltrato institucional brindado a la la víctima cuando fue a hacer la denuncia. Haciéndose eco de las palabras de la madre de la joven que la acompañó, Lucero sostiene: “Cuando fueron al Polo de la Mujer, tardaron ocho horas en atenderla, y su hija tenía hambre, pero no podía comer; además le daban asco sus manos, su boca”.
En una fuerte crítica, Lucero cita que la adolescente abusada fue revisada por un médico varón: “Fue su primer examen ginecológico”, recalca la jueza. Luego, la camarista remarca: “Concurrieron a más de cuatro hospitales sin obtener la medicación correspondiente” por lo que debieron volver días después.
Por eso, la vocal de la Cámara 2ª del Crimen envió directivas al Ministerio Público provincial para que disponga “acciones positivas” con el objeto de evitar la revictimización de las víctimas o hacerlas volver a vivenciar la experiencia traumática.