En 10 allanamientos la Policía de Santa Fe detuvo ayer a tres personas (dos hombres y una mujer) secuestró 54 teléfonos, dos motos, 51 municiones, 267.770 pesos, una balanza de precisión, dos cargadores de 9 milímetros y una patente de moto con captura activa. Todo en el marco de la investigación judicial para resolver los crímenes de los taxistas Héctor Figueroa (42) y Diego Celentano (32), del colectivero Marcos Daiola (38) y del playero Bruno Bussanich (25).
Desde el viernes se detuvo a 28 personas y los celulares secuestrados llegan al centenar. Ayer la lista se redujo a 18 nombres (y un menor), acusados de delitos como “portación de arma de guerra”, “posesión de drogas” o “encubrimiento”. En uno de los allanamientos del fin de semana se descubrió que a los taxistas los habían matado con balas 9 milímetros de la Policía local. En otro allanamiento se encontró la moto desde la cual atacaron al colectivero con un arma calibre .38 y el pantalón de jogging de uno de los atacantes, que quedaron grabados por las cámaras de seguridad. Incluso se logró identificar y detener al dueño de la línea del celular desde el cual se había pedido el viaje a uno de los taxistas asesinados.
Muchos consideran que las muertes serían represalias por el endurecimiento de las condiciones de detención de los narcos rosarinos presos. Uno de los traficantes señalados en uno de esos homicidios de 2023, Leandro “El Gordo” Vilches –actualmente preso en el Complejo Penitenciaro I de Ezeiza– es nombrado insistentemente como posible autor de la ultima seguidilla de crímenes en Rosario. Vilches fue acusado por estar detrás del crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano (28) ocurrido el 1 de febrero de 2023, una víctima elegida al azar.
En tanto, un hombre realizó ayer una amenaza de bomba en la terminal de ómnibus de esa ciudad santafesina, por lo que se dispuso un operativo especial en el lugar. El anónimo que llamó al 911 hizo una amenaza contra el gobernador, Maximiliano Pullaro. Efectivos de la Policía y de fuerzas especiales arribaron al lugar junto al personal de Bomberos revisaron la terminal y el resultado fue negativo. Los investigadores sospechan que la llamada habría sido impulsada por los narcos ante el desembarco de fuerzas federales.
Por último, el periodista Nelson Castro y otros miembros del canal TN recibieron amenazas durante su cobertura en la ciudad de Rosario. “Van a terminar como (José Luis) Cabezas”, dice uno de los tres mensajes que le llegaron, de un número desconocido, a su colega Sebastián Domenech. El primero de ellos indica: “Decile que si llega a seguir a Oroño lo sacamos a tiro. El que avisa no traiciona. No lo queremos acá. Att la mafia”. “Que no se acerque. Fuera de Rosario”, sigue. La amenaza cita el caso del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas en 1997 en Pinamar: “Van a terminar como Cabezas”. El gobierno nacional junto al de Santa Fe anunciaron un comité de crisis que implica el arribo de fuerzas federales y militares a Rosario.