Un salvaje episodio de violencia tuvo lugar el miércoles por la noche en barrio Müller de nuestra ciudad, luego de que un efectivo que cumplía consigna policial frente a una vivienda matara, en medio de un tiroteo, a un hombre que disparaba desde una moto. Tras el trágico episodio, familiares de la víctima fatal le propinaron una brutal golpiza al efectivo, quien quedó internado con su cara desfigurada.
Un efectivo de la Policía de Córdoba mató de un disparo a Enzo Ezequiel Ávila (42) que se trasladaba en moto y que, previamente, había iniciado una balacera contra la vivienda de una familia de la zona. El hecho ocurrió alrededor de las 17 horas del miércoles, en una casa de barrio Müller.
El domicilio, ubicado en Antonio Machado al 350, era custodiado por orden de la Justicia, tras una denuncia radicada por amenazas contra Ávila. El fallecido tenía una larga lista de antecedentes penales que se remontan a 1999, cuando se lo acusó por robo calificado, luego siguen 2002, 2003, 2005 y 2008 por hurto agravado, robo calificado por el uso de arma de fuego, tenencia de arma de fuego y encubrimiento, e incluso hay un antecedente del año 2014 sobre una situación conflictiva que protagonizó en la cárcel de Bouwer. El último registro, ya en libertad, tiene que ver con la denuncia de una mujer que lo acusó por amenazas y que tiene fecha de ingreso febrero de este año.
Según las primeras informaciones, el enfrentamiento de este miércoles comenzó cuando el efectivo policial, que estaba de consigna, vio al sujeto acercarse al lugar a bordo de una motocicleta con un arma de fuego, con la cual comenzó a efectuar disparos contra la casa custodiada.
Ante esto, según la Policía, el cabo le dio la voz del alto al agresor, lo cual desencadenó un intercambio de disparos entre el delincuente y el oficial. Finalmente, Ávila recibió un disparo del policía, cayó de su motocicleta y falleció en lugar.
Esto desencadenó graves incidentes entre vecinos y familiares del hombre asesinado, que le propiciaron una brutal paliza al uniformado hasta desfigurarlo. Fuentes oficiales informaron que el cabo de 31 años sufrió un “traumatismo contuso orofacial” y la rotura de dos dientes, por lo que permanece en el Policlínico Policial.
Según indicó La Voz, el cabo intentó preservar el arma que utilizó el agresor para balear la vivienda y fue entonces que allegados al fallecido lo atacaron a golpes. Luego, el elemento de prueba desapareció del lugar y creen que alguien la pudo haber sustraído.
El policía que disparó está en libertad y, al menos en principio, se empezó a analizar el hecho como un caso de legítima defensa. El caso está en manos de la fiscal María Florencia Espósito, que por estas horas dirige la investigación.