Un grupo de sicarios asesinaron en Perú a un empresario cordobés y quedó registrado

Se trata de Sergio Fontanellas, oriundo de Río Tercero y quien recibió una balacera por parte de sicarios, que ya fueron detenidos. Sucedió este lunes en la ciudad de Iquitos.

Un grupo de sicarios asesinaron en Perú a un empresario cordobés y quedó registrado

Sergio Marcelo Fontanellas, empresario de Río Tercero, fue asesinado este lunes por sicarios cuando se encontraba en el interior de un restaurante. Ocurrió en la localidad de Iquitos, Perú. Al momento del crimen, había finalizado el partido de repechaje entre el seleccionado de ese país y Australia.

En ese lamentable marco, las cámaras de seguridad de la zona registraron el momento en que dos hombres encapuchados y vestidos de negro circulaban a toda velocidad en moto por la vereda. En un momento frenaron y uno de ellos sacó el arma y abrió fuego a través de la ventana.

Ninguno de los asesinos se bajó de la moto. Fue cuestión de segundos para que se dieran a la fuga. Fontanellas fue trasladado a un centro de salud, donde finalmente confirmaron su muerte. La Policía Nacional de Perú inició un operativo cerrojo que terminó con la detención de los autores del crimen.

 

¿Quién es Fontanellas?

Se trata de un empresario vivió en Perú desde 1988. Allí se casó y se dedicó a la industria naviera. Según informó Tribuna, fundó empresas que prestaban servicios de navegación a pretoleras.

En 2005, la Justicia de Perú comenzó a investigar a Fontanellas, a quien acusaron de recibir cuatro millones de dólares de un ex jefe de inteligencia provenientes del tráfico de drogas. La denuncia en su contra era por lavado de dinero.

De este modo, la investigación había sido iniciada en 2005 a partir de la declaración de un testigo arrepentido, y en 2015 Fontanellas había sido beneficiado con la absolución por la Cuarta Sala Penal de Lima, fallo que fue ratificado en octubre del 2018 por la Corte al rechazar un pedido de nulidad de la fiscalía.  Se determinó que los delitos no se acreditaron y hubo una «inadecuada valoración de los testimonios», entre otras consideraciones.

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