Una reciente invención tecnológica ha ganado su lugar dentro de los complementos tecnológicos para el día a día más raros que existen. Se trata de unas orejas de gato que demuestran cómo te sientes utilizando la información de las ondas cerebrales.
El planteamiento de la idea y su funcionamiento resultan bastante interesantes aunque a los creadores no les fue fácil conseguir que el accesorio sea funcional y, además, no tenga una estética de prototipo.
Jazz Dimauro, es el artista detrás del invento quien ha diseñado estas orejas de gato y, además, ha conseguido establecer su funcionamiento para que sea un artilugio portátil. La forma en la que funcionan estas orejas de gato es mediante un sensor de electroencefalograma de pequeño formato.
Las orejas están hechas de tela que simulan ser el interior y el exterior de un gato, mientras que el resto del casco es complementa de plástico. La petaca en la que está el receptor del electroencefalograma se encuentra en el lado izquierdo y tiene un buen tamaño, haciendo que no esté nada disimulada.
Además, para que las orejas funcionen se necesita de un apéndice que es donde se encuentra el electroencefalograma. Así que la parte que parece el micrófono de unos auriculares es este dispositivo por lo que habrá que tener máximo cuidado con esta zona ya que es la que se dedica a leer las ondas cerebrales.
Los sentimientos que pueden mostrar estas orejas dependerán del usuario, pero se traducen a lo que suelen hacer los gatos: levantar las orejas para mostrar curiosidad, echarlas hacia atrás para el recelo y etc. El rango de sentimientos no extremadamente amplio, pero es funcional.