En una noche histórica para la música argentina, Trueno protagonizó uno de los momentos más conmovedores de los Latin Grammy 2025 al recibir el galardón a Mejor Canción de Rap/Hip Hop. El artista argentino, referente del rap latino y una de las voces más influyentes de su generación, subió al escenario visiblemente movilizado y dedicó el triunfo a su abuela Solange.
“Se me fue en enero y hoy es su cumpleaños. Esto va para ella”, expresó con emoción ante el auditorio del MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, que respondió con un aplauso cerrado.
Un triunfo atravesado por la memoria familiar
El premio representa no solo un reconocimiento a su consolidación artística, sino también un momento íntimo, cargado de significado. La figura de su abuela aparece frecuentemente mencionada por el músico, tanto en entrevistas como en escenas de su vida cotidiana que comparte con su público. Fue una presencia clave en su infancia en el barrio de La Boca y en el acompañamiento a su carrera, desde sus primeras batallas de freestyle hasta la profesionalización de su música.
La dedicatoria de Trueno resonó más allá de los límites de la ceremonia, multiplicándose en redes sociales donde sus seguidores destacaron la sensibilidad del gesto y la humanidad que lo caracteriza.
Un año de crecimiento artístico
El reconocimiento llega en un momento de madurez artística para el rapero, que viene expandiendo su sonido con influencias del candombe, el soul y la música rioplatense, sin perder el pulso político y barrial que marcó su identidad desde Atrevido.
Su presencia en los Latin Grammy 2025 confirma su peso específico dentro de la escena latinoamericana: un artista que combina técnica, mensaje y sensibilidad, y que conecta con públicos diversos sin perder raíz.
En una edición donde Argentina brilló como pocas veces, el gesto de Trueno sintetizó algo más que un triunfo profesional. Fue un recordatorio de que, detrás de cada éxito, hay historias personales que también merecen ser celebradas.
El rap argentino, nuevamente, tuvo su momento de gloria. Y esta vez, con una abuela como protagonista desde la sensibilidad más profunda.
