El Parque de la Biodiversidad trabaja en cuatro proyectos de especies en peligro de extinción

Desde el año 2020, cuando el exZoo se convirtió en un Parque de la Biodiversidad, muchos de los animales no pudieron ser trasladados a su hábitat por condiciones sanitarias y comportamentales que les impedían defenderse de depredadores, obtener alimento o convivir con otros de su especie.

El Parque trabaja desde entonces en el bienestar animal y en la introducción a la naturaleza de los animales alojados y sus crías. Uno de los objetivos centrales fue reintroducir especies en peligro de extinción y fortalecer poblaciones amenazadas.

A tal fin, un grupo de apasionados biólogos, guardaparques y técnicos, llevan adelante el Área de Conservación donde se trabaja en proyectos aprobados por el Gobierno Provincial, fundamentales para preservar especies amenazadas por el mascotismo, el tráfico ilegal, la pérdida de hábitat y la introducción de especies exóticas. Articulan acciones provinciales y de otras localidades.

Los principales proyectos son la cría y conservación del Tucán Toco, del Moitú, del Guacamayo Rojo y el Cardenal Amarillo. Además de los proyectos de conservación directa, en el Parque de la Biodiversidad se llevan a cabo proyectos de investigación sobre el comportamiento y la biología de especies menos conocidas, como es el caso del oso melero (Tamandua tetradactyla), la tortuga terrestre (Chelonoidis chilensis) y la canaleta (Acanthochelys spixii) que es acuática.

Proyecto del Tucán Toco

El tucán toco (Ramphastos toco) se distribuye en Sudamérica. En Argentina se encuentra en las Yungas de Jujuy, Salta y Tucumán; y en la Selva Atlántica de Misiones, Corrientes y el Chaco Húmedo. Su población está disminuyendo debido a la caza y la pérdida de hábitat por el avance de la frontera agropecuaria.

En el año 2017, una pareja de tucanes toco (macho y hembra) ingresó tras ser decomisada del tráfico ilegal. Al transformarse el exZoo en Parque de la Biodiversidad se generó una dieta y ambientación adecuada para la especie. A partir de ese momento, se juntan ambos especímenes en un mismo espacio y conciben dos huevos que no dan vida, ya que los tucanes no sabían cómo cuidarlos por tratarse de animales provenientes del decomiso y tráfico ilegal.

Años después concibieron siete huevos en diferentes épocas. En estas oportunidades, se decidió que el personal los críe en incubadoras especiales por 18 días hasta su nacimiento. Los pichones nacen con los ojos cerrados, sin plumas, por lo que deben conservar la temperatura corporal y la humedad, cuidado parental que es brindado en la nursery.

Durante la crianza, se evita el vínculo social y afectivo, con la finalidad de que no asocien a los humanos como proveedores de alimentos. Al tiempo se transfieren a un espacio más amplio con instalaciones para posarse y bañarse, donde desarrollan músculo y practican su vuelo.

Cinco de las nuevas crías se encuentran en la Reserva Experimental Horco Molle (Tucumán) y dos fueron liberados a su hábitat natural.

Crianza y reproducción del Moitú

El moitú (Crax fasciolata) habita en las selvas de Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina. En nuestro país, se encuentra en sitios aislados del este de Formosa, aunque originalmente su distribución incluía Chaco, Corrientes, Misiones y Santa Fe. Las principales amenazas son la caza furtiva para consumo y la pérdida de hábitat.

En 2017, una hembra de moitú ingresó al exZoo por decomiso. En octubre del 2024, la Fundación Rewilding aportó un macho para lograr la reproducción, crianza, rehabilitación y posterior liberación de la especie.

Se le presentó el macho a la hembra, que estuvo mucho tiempo sola en el Parque, a través de un protocolo para que aprenda a reconocerse como parte de una misma especie hasta la etapa reproductiva. Se repitió la misma situación que los tucanes: los huevos no prosperaron por falta de incubación y los siguientes fueron retirados y colocados en incubadora.

El tiempo de incubación de los moitú es de 30 días. Nace con plumas, se para solo, es más independiente que los tucanes y requiere menos cuidado parental.

El Parque ha criado y trasladado hasta el momento cinco moitúes que ya se encuentran en proceso de rehabilitación para su liberación en la provincia de Corrientes donde la especie se consideraba extinta.

Guacamayo Rojo

El guacamayo rojo (Ara chloropterus) se encuentra en selvas y bosques de Colombia, Venezuela, Las Guyanas, Ecuador, Perú, Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina, aunque en estos últimos tres se los considera localmente extinto. En Argentina, su distribución histórica incluía Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Misiones y Entre Ríos.

En 2017, se enviaron desde el exZoo tres individuos a la Fundación Rewilding Argentina (Corrientes), para formar parte de su plantel reproductivo. En septiembre de 2020 se registró su primera postura, seguida de una segunda en octubre del mismo año. Actualmente, dos de sus crías ya se encuentran en libertad.

Existen en el Parque varios Guacamayos machos, y hace poco llego de un decomiso una hembra, pero al estar tanto tiempo junto a humanos tiene rechazo a otros guacamayos. Esta situación llevó a que sea reeducada para su posterior adaptación juntos a sus pares y poder alcanzar así la reproducción.

Proyecto del Cardenal Amarillo

La distribución histórica del cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) abarcaba el sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el centro-este de Argentina. Las principales amenazas de la especie son el mascotismo (debido a su plumaje y canto) y la pérdida de hábitat. Sus poblaciones han ido desapareciendo en Brasil y Uruguay, con las mayores poblaciones remanentes en Argentina. Las últimas estimaciones calculan la existencia de 1.500 a 3.000 individuos en nuestro país y la especie está categorizada como «en peligro» a nivel internacional y nacional. En la provincia de Córdoba, se considera extinta, ya que no se han encontrado poblaciones silvestres en las últimas décadas.

Desde el Parque de la Biodiversidad, en colaboración con diferentes instituciones como Parques Nacionales, se busca reintroducir esta especie en la provincia. Cada una de ellas aportan al proyecto de diversas formas. El Área de Conservación del Parque está enfocada en la parte reproductiva y la crianza de la especie.

A los seis cardenales machos y una hembra que llegaron por decomiso al Parque, se sumaron 18 nuevos cardenales provenientes de la Reserva Tatú Carreta.

Una complicación para el proyecto es que existen diferentes genéticas de cardenales. Por tal motivo, con el objetivo de salvaguardar la diversidad genética, junto al CONICET, se está reconociendo la genética de cada uno de los cardenales ubicados dentro del Parque. Este proceso también sirve para que los cardenales sólo sean liberen dentro de la zona del país correspondiente a su genética.