Especialistas del CONICET desarrollan innovador apósito para acelerar la curación de heridas y minimizar cicatrices

El producto incorpora nanopartículas, vitaminas y otros compuestos bioactivos que participa activamente en el proceso de curación. Además, el apósito se realizó con materiales naturales.

Especialistas del CONICET desarrollan innovador apósito para acelerar la curación de heridas y minimizar cicatrices

Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) han desarrollado un novedoso apósito con el potencial de revolucionar el tratamiento de heridas cutáneas, ofreciendo una curación más rápida y una reducción significativa de las cicatrices. El producto, fruto del trabajo de especialistas del CONICET, ha demostrado ser seguro y eficaz en estudios in vitro.

Este innovador apósito va más allá de la simple protección de la herida. Además de prevenir infecciones y permitir la respiración de la piel, participa activamente en el proceso de curación gracias a la incorporación de nanopartículas, vitaminas y otros compuestos bioactivos.

El avance, publicado en la revista científica “Pharmaceutics”, es liderado por Jimena Prieto, Carolina Martinez y Ayelen Sosa, investigadoras del CONICET. Sosa, becaria del CONICET y primera autora del estudio, explica que el siguiente paso crucial es demostrar la seguridad y eficacia del apósito en modelos preclínicos con mamíferos. Si los resultados de esta etapa son prometedores, se podría avanzar hacia ensayos clínicos, el paso previo para que el producto esté disponible para la población.

Las lesiones cutáneas son comunes, pero si no se tratan adecuadamente pueden derivar en problemas crónicos con altos costos económicos y complicaciones graves, especialmente en personas con obesidad o diabetes. Ante esta realidad, es fundamental contar con productos que no solo cubran la herida, sino que también ayuden a una curación más rápida y segura.

El equipo de investigación ha integrado componentes especiales en el apósito para optimizar la sanación. Estos incluyen agentes antimicrobianos para prevenir infecciones, componentes con acción anestésica para aliviar el dolor y sustancias que estimulan la regeneración celular. El apósito ha demostrado una fuerte acción antimicrobiana contra bacterias comunes en heridas de la piel como Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus, gracias a la combinación de nanopartículas de plata y sulfadiazina de plata. Además, la incorporación de vitaminas A y E favorece la regeneración de las células cutáneas, según se comprobó en el laboratorio.

Apósito dotado de nanopartículas, vitaminas y otros compuestos bioactivos para reducir el tiempo de curación de heridas y minimizar las cicatrices.

Los estudios realizados en células y en el modelo animal del pez cebra (zebrafish) indicaron que el apósito no solo sería seguro para las personas, sino también respetuoso con el medio ambiente. A diferencia de muchos apósitos comerciales que requieren cambios frecuentes, generando desechos contaminantes y encareciendo el tratamiento, este nuevo producto se realizó con materiales naturales.

En cuanto a sus propiedades físicas, el apósito desarrollado es resistente, capaz de absorber hasta cuatro veces su peso en líquidos, a la vez que permite la respiración de la herida impidiendo la entrada de bacterias.

Carolina Martinez destaca que el objetivo es lograr un apósito completo, pensado para su uso domiciliario, que facilite la curación de heridas, reduzca el riesgo de infección y potencialmente evite visitas innecesarias al médico. El equipo, que también contó con la participación de Celeste Cottet, Mercedez Peltzer, Belen Berin y Luis Martinez, investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), mantiene la esperanza de que esta innovación llegue a la práctica clínica en un futuro cercano, beneficiando a quienes más lo necesitan.

Este desarrollo se enmarca en la labor del Laboratorio de Bio-Nanotecnologia (LBN) de la UNQ, vinculado al Instituto Multidisciplinario de Biología Celular (IMBICE, CONICET-CICPBA-UNLP), y también involucra a ZebraTox, una plataforma de ensayos liderada por Jimena Prieto y Carolina Martinez en la UNQ, que utiliza el pez cebra para evaluar la seguridad de diversos compuestos. El pez cebra se destaca como un modelo de investigación valioso por su similitud genética con los humanos y su rápido desarrollo, permitiendo análisis eficientes y económicos. ZebraTox cuenta con el único acuario en Argentina con protocolos aprobados por ANMAT, ofreciendo resultados precisos y rápidos para acelerar la toma de decisiones en investigaciones preclínicas y clínicas.

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