Con participación de la UNC, comenzó a operar el Observatorio Vera Rubin

Tendrá la cámara fotográfica más grande del mundo con la que tomará una imagen del cielo cada 30 segundos.

Equipo de la UNC. Parte de los investigadores y profesionales del Iate (UNC-Conicet) y el OAC que participan del Observatorio Vera Rubin.

Equipo de la UNC. Parte de los investigadores y profesionales del Iate (UNC-Conicet) y el OAC que participan del Observatorio Vera Rubin.

Hoy comenzó a operar el Observatorio Vera C. Rubin, instalado en el Cerro Pachón, al norte de Chile, a más de 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Su objetivo es ambicioso: generar la base de datos astronómica más grande de la historia.

El proyecto reúne a más de 1.500 científicos e ingenieros de unos 30 países y demandó dos décadas de desarrollo y una inversión de 600 millones de dólares. La Argentina forma parte activa de esta colaboración, con un equipo de 60 profesionales, de los cuales 40 pertenecen a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

“Es una alegría enorme que estudiantes e investigadores de la UNC estén participando de un proyecto de esta magnitud, que impactará en muchas disciplinas, no solo en Astronomía”, destacó Mariano Domínguez Romero, investigador del Conicet en el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, UNC-Conicet) y el Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), y coordinador del equipo argentino.

Una cámara gigante que escanea el cielo

La característica más sorprendente del Vera Rubin es su cámara de 3.200 megapíxeles, del tamaño de una camioneta, capaz de capturar una imagen cada 30 segundos, con un encuadre equivalente a 45 lunas llenas. Cada tres o cuatro noches logrará escanear todo el cielo del hemisferio sur y repetirá este proceso durante al menos diez años.

El espejo principal tiene 8,4 metros de diámetro, y su sistema automático le permitirá capturar 20 terabytes de datos por noche, una cifra inédita. En apenas un año generará más información que todos los telescopios del mundo juntos desde que existen.

Durante sus primeras horas de operación, el Rubin ya detectó 2.104 asteroides, incluidos siete cercanos a la Tierra, aunque sin representar riesgo para nuestro planeta.

Cámara fotográfica del Observatorio Vera Rubin (Observatorio Vera Rubin)

Mucho más que astronomía

El Observatorio Rubin no solo está diseñado para mirar las estrellas. También se perfila como una herramienta clave para el desarrollo de tecnologías en inteligencia artificial, big data y software avanzado. Por eso, parte de la inversión proviene de capitales privados interesados en estas aplicaciones, además del financiamiento público aportado por la Fundación Nacional de Ciencias y el Departamento de Energía de los Estados Unidos.

“En IA se necesitan grandes volúmenes de datos. Esta herramienta va a brindar una riqueza de información nunca antes vista”, explicó Domínguez Romero. Y agregó: “Ojalá la UNC y el Estado puedan invertir en equipamiento para almacenar estos datos. Servirán para formar nuevos científicos, ingenieros y desarrolladores con acceso directo a una fuente de conocimiento única”.

Participación cordobesa

El equipo cordobés tiene un rol clave dentro del proyecto. Investigadores como Carolina Villalón y Marco Rocchietti, también del IATE, están encargados del desarrollo de software de control para operar partes esenciales del observatorio: el domo, el telescopio y los cobertores de los espejos. Este trabajo permite a la UNC acceder a los datos recolectados y sumarse activamente a los descubrimientos que vengan.

“Trabajar en una iniciativa de esta escala es una experiencia transformadora. Requiere coordinación internacional, precisión técnica y capacidad de adaptación. Y el aprendizaje es constante”, señaló Villalón.

Además de astrónomos, participan físicos, ingenieros en computación, desarrolladores de software y expertos en inteligencia artificial. Esto convierte al proyecto en una oportunidad de formación e investigación multidisciplinaria de altísimo nivel.

¿Qué descubrimientos se esperan?

El telescopio generará alrededor de 10 millones de alertas por noche sobre variaciones en la luminosidad de estrellas, supernovas, planetas y otros fenómenos. Funcionará como un sistema de alerta temprana para la comunidad científica, permitiendo que otros telescopios del mundo enfoquen sus lentes hacia los mismos objetivos.

Entre las preguntas clave que ayudará a responder se encuentran:

Además, el proyecto incentivará la ciencia ciudadana, con participación de astrónomos amateurs en el análisis de datos.

Celebración en Córdoba

La UNC celebró este avance con una jornada especial en el Observatorio Astronómico de Córdoba. A partir de las 10, hubo un recorrido guiado por el museo, a cargo de Román Vena Valdarenas. Luego, Domínguez Romero brindó una charla sobre las capacidades del telescopio y, a las 12, se transmitió en vivo el esperado momento de la Primera Luz, cuando se presentaron las primeras imágenes captadas.

“El acceso a esta base de datos permitirá impulsar no solo la astronomía, sino también la formación de profesionales capaces de crear soluciones para otros campos donde se manejen grandes volúmenes de información. Incluso podría inspirar nuevos proyectos locales con apoyo del sector público y privado”, concluyó Domínguez.

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