El aumento de la hostilidad y el consiguiente inicio de un nuevo conflicto entre Israel y Hamás no sólo no se ha reducido, sino que, por el contrario, se ha intensificado. Después de la atención inicial, es importante preguntarse acerca de la situación actual en la Franja de Gaza y las perspectivas futuras. Existe una preocupación real de que la crisis se extienda más allá de sus fronteras, afectando a la región y a los demás países árabes, y a la comunidad internacional en su conjunto.
Egipto y Jordania son dos de los pocos países árabes que han establecido tratados de paz con Israel y mantienen relaciones diplomáticas con el país, desempeñando un papel significativo en la diplomacia regional. Irán ha apoyado a grupos palestinos, como Hamás, y ha criticado a Israel, incluso sugiriendo un posible respaldo militar a Hamás en el futuro. Turquía ha censurado enérgicamente las políticas de Israel hacia los palestinos y ha buscado involucrarse activamente en la diplomacia regional, al igual que Qatar, que ha brindado apoyo financiero a Gaza y ha participado en las negociaciones entre Israel y Hamás.
Hasta ahora, según el ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, han fallecido al menos 4.137 palestinos, y más de 13.000 han resultado heridos desde que comenzaron los bombardeos tras los atentados terroristas de Hamás en Israel. Además, según las autoridades israelíes, aunque Hamás liberó a dos ciudadanos estadounidenses recientemente con la mediación de Qatar, aún mantiene a 203 personas como rehenes, incluyendo 21 ciudadanos argentinos. En ese sentido, representantes del gobierno argentino han estado negociando con los gobiernos de Israel, Qatar y Turquía en busca de una negociación con Hamás para lograr la liberación inmediata de nuestros connacionales.
Argentina cuenta con una buena imagen entre los palestinos debido a varios factores, como su neutralidad en el conflicto y su relación con figuras destacadas, como Diego Maradona, Lionel Messi, el papa Francisco, y el director de orquesta Daniel Barenboim, quien ha trabajado en la integración entre palestinos e israelíes al dirigir orquestas con miembros de ambos países.
Por otro lado, es crucial destacar el papel de Egipto en este contexto. Después de la Guerra de 1967, Israel tomó el control de la península del Sinaí, incluyendo la ciudad de Rafah, que pertenecía a Egipto. Posteriormente, las fuerzas israelíes se retiraron, pero la ciudad de Rafah quedó dividida por una frontera, con una parte en territorio egipcio y la otra en la Franja de Gaza. La única entrada a Gaza que no está directamente bajo el control de Israel es el punto de cruce fronterizo establecido allí. La gestión de la apertura de este cruce está a cargo de Egipto, pero para que las mercancías entren en Gaza, se necesita la aprobación de Israel. Obtener un permiso de las autoridades egipcias para cruzar, incluso en tiempos de relativa calma, es una tarea complicada para los palestinos, ya que la frontera sólo se abre en momentos específicos. Además, Egipto no puede abrir el cruce de Rafah de manera unilateral por razones humanitarias, como en el caso del desplazamiento de palestinos, ya que requiere coordinarse con Israel para hacerlo.
Respecto de potencias como China y Rusia, continúan actuando de acuerdo con sus posturas históricas. Rusia ha expresado históricamente su apoyo a una solución de dos Estados, que involucre a Israel y a un Estado palestino independiente. Han abogado por la negociación directa entre las partes involucradas como el camino hacia una resolución pacífica del conflicto. Rusia también ha mantenido relaciones diplomáticas con Israel y con la Autoridad Palestina, y ha participado en esfuerzos diplomáticos internacionales destinados a avanzar en el proceso de paz en Oriente Medio. China, por su parte, ha respaldado consistentemente la creación de un Estado palestino independiente junto a Israel. Ha condenado las acciones militares israelíes que afectan a los palestinos, especialmente en Gaza, y ha abogado por una solución de dos Estados, en la que Israel y Palestina coexistan en paz y seguridad. China ha sido crítica con la construcción de asentamientos israelíes en territorios palestinos y ha apoyado la participación de la Autoridad Palestina en foros internacionales, al mismo tiempo que ha proporcionado asistencia económica y humanitaria a los palestinos a lo largo de los años.
A pesar de los llamamientos a nivel internacional y los esfuerzos de diversos líderes mundiales, la situación sigue siendo complicada: Israel sigue manteniendo su control sobre Gaza y sus fronteras, y la violencia ha experimentado un significativo aumento, con un elevado número de víctimas civiles. Las perspectivas de una solución a corto o mediano plazo son escasas.
Israel conserva el control del espacio aéreo sobre Gaza y sus aguas territoriales, además de regular quién y qué productos pueden ingresar a través de sus fronteras. En los últimos días, han ingresado al menos 20 camiones con ayuda humanitaria a través del cruce fronterizo de Rafah; y aunque esta noticia es alentadora, la tensión continúa en aumento. Incluso algunos expertos advierten que la guerra podría extenderse por unos diez años, y en todo ese tiempo los principales afectados seguirán siendo los civiles.