«De pecho», no/Un antes y después

El caso de un cuidacoches que violentó a una mujer y a un fiscal. Se aproxima la resolución de un espeluznante caso en San Francisco del Chañar.

San Francisco del Chañar

San Francisco del Chañar.

«De pecho», no

Ganarse el pan de cada día en nuestra Argentina de hoy, lamentablemente no es nada fácil. De ahí, a “poner el pecho” para hacerlo con prepotencia y violencia, hay un trecho inaceptable. Hace un par de semanas, el juez Cristian Griffi de la Cámara Quinta del Crimen, condenó al naranjita Ezequiel Pereyra, de 31 años, a 4 años y 6 meses de prisión por extorsionar y robar a una mujer que no quiso pagarle por un estacionamiento en Tejeda al 4500 del Cerro de Las Rosas, argumentando que ella se iba a quedar en su vehículo esperando a su hijo que trabajaba en un bar de la zona.

Pereyra ya había estado en la cárcel condenado por delitos contra la propiedad y recuperó su libertad en enero del 2022. Según la investigación judicial, en su rol de cuidacoches, se había “adueñado” de esas calles y exigía irreductiblemente el pago a quienes en ellas estacionaran sus vehículos u ocuparan esos espacios. En este caso concreto, ocurrido el 17 de mayo del año pasado a las 20.30, Pereyra amenazó a la víctima con “matarle a su hijo”. Como ella se mantuvo firme en su negativa de darle dinero, entonces él intento primero robarle el celular al hijo, y al no lograrlo, le sacó el teléfono a ella. Afortunadamente había otras personas en el lugar que alertaron a la policía, que finalmente pudo recuperar el aparato sustraído y detener a Pereyra.

Ya en el juicio, el fiscal Marcelo Fenoll fustigó el copamiento de calles mediante “la ley del más fuerte” y remarcó la desventajosa posición de las conductoras mujeres, muchas veces también avasalladas por conductores hombres quienes impiadosamente liberan su machismo y ejercen una clara violencia de género en las calles. En el caso de delincuentes como Pereyra, el fiscal pidió medidas de prevención y disuasión para evitar estas conductas patoteriles que muy lejos están de la sana convivencia. Sin embargo, y lejos de calmarse, tras escuchar la condena Pereyra amenazó a Fenoll y le dijo que cuando recuperara la libertad, “se volverían a ver”.

En todas las profesiones suele haber “buenos y malos” y no está bien que paguen justos por pecadores. La mayoría de los naranjitas están organizados en cooperativas y son “buena gente”. En este caso, y antes que naranjita, Pereyra es sin dudas un “carteludo peligroso”, parecido a otros naranjitas violentos que protagonizaron hechos similares. El mensaje debe ser claro y contundente: así como en la vida, también en las calles…¡De pecho, no!

Un antes y después

San Francisco del Chañar es uno de los tantos pueblos históricos del norte provincial, cabecera del departamento Sobremonte y a 207 kilómetros de nuestra ciudad, muy cerquita del límite con la provincia de Santiago del Estero. Fundado en 1778, a la vera del viejo Camino Real que unía Buenos Aires con el Alto Perú, tiene una población que apenas supera los 3.100 habitantes y, por lo tanto, “todo el mundo se conoce”.

Por eso, a partir del venidero miércoles 25 los vecinos del pueblo y de la zona seguirán muy atentamente lo que suceda en la Cámara del Crimen de Deán Funes, cuando comience el juicio a Gastón “Chasco” Márquez de 40 años, autor del femicidio de la docente Patricia Montenegro de 46 años. Lo más probable es que resulte condenado a prisión perpetua, la única pena prevista para los acusados por homicidio calificado. Según la investigación, el 5 de octubre del año 2022, Márquez ingresó a la vivienda de Patricia (eran vecinos) para cometer un robo -que efectivamente llevó adelante- al sustraerle la billetera más joyas y dinero que la víctima tenía en una caja fuerte. En dicha circunstancia la mató y metió el cuerpo en una cisterna de agua. Ese mismo día, al llegar desde Córdoba, la pareja de Patricia advirtió que algo había sucedido por un principio de incendio en la habitación de la maestra. Al no encontrarla a ella, rápidamente avisó a la hermana Cecilia y junto con la policía y allegados iniciaron una desesperada búsqueda por todo el pueblo. Finalmente, pasada la medianoche encontraron el cuerpo en un tanque de agua que estaba en el patio de la casa.

Márquez la conocía bien, porque era el novio de una de las mejores amigas de Patricia y por lo tanto debe haberla sorprendido golpeándola con un objeto contundente que le provocó un severo traumatismo en la cabeza. Si bienel esclarecimiento del hecho no fue sencillo, al cabo de seis meses finalmente detuvieron al imputado. La conmoción en la escuela San Martín y en la comunidad todavía están intactas. Y no es para menos, porque se trató de un femicidio absolutamente espeluznante. Como dicen en San Francisco del Chañar, el crimen del Patricia y para el Pueblo, marcó un antes y un después.

Salir de la versión móvil