Ale Pluz, alias Pluzito, es un referente de la escena hip hop en Argentina desde roles tan diversos como freestyler, músico, diseñador de ropa y comunicador, y ahora puso a jugar también el de «host» en FMS Argentina, la liga más importante de batallas de rap, un logro que confiesa sentir como el fruto del «esfuerzo de toda una vida dedicada a esta cultura».
«Era una de las metas principales que tenía para 2021 y finalmente se dio. Disfruté un montón de la energía del público, del amor de los competidores, del altísimo `level´ que tuvieron todas las batallas, y del feedback alucinante que recibí en las redes desde todo el mundo», amplía en referencia a lo que fue la primera fecha de la Freestyle Master Series local en Mendoza, el pasado 4 de diciembre, y de cara a lo que será la segunda jornada, mañana miércoles 29 en el Estadio Obras, en Buenos Aires.
En dupla con MKS -que viene de ser competidor en la liga- tenía que superar la dura prueba de reemplazar en ese imprescindible papel a Darío Silva, El Misionero, histórico anfitrión de batallas de freestyle de Argentina y Latinoamérica que este año decidió dar un paso al costado.
«Me reí mucho, bailé, salté, viví cada instante del evento como una verdadera celebración, del freestyle, del hip hop, de la vida, de tantos años de trabajo y de saborear los frutos del esfuerzo de toda una vida dedicada a esta cultura», recuerda Pluzito sobre la experiencia, con la misma actitud positiva que inyecta a cada uno de sus proyectos.
Los inicios de Ale fueron como freestyler. En los primeros 2000 su éxito lo llevó al living de Susana Giménez, cuando nadie sabía qué era eso de la improvisación de rimas en una suerte de payada moderna, y más adelante llegó a quedar tercero en Red Bull Batalla Argentina 2007. Sin embargo, paulatinamente se fue corriendo de los reflectores.
Lanzó una marca de ropa, fundó una comunidad de fanáticos de zapatillas (Sneakerhead Argentina) y un portal de noticias dedicado exclusivamente a la cultura (Doggs Hip Hop), que se tradujo más adelante en un ineludible canal de Youtube.
Desde hace unos tres años es el co-conductor de «DAMN!» el programa primero de radio y ahora por Twitch de referencia sobre hip hop en español, desde donde alcanzó un status cuasi oracular; allí detenta el cargo de experto y evangelizador de la cultura, la figura respetada que tiene «la data» sobre raperos, canciones y anécdotas.
Desde ese lugar, y del reconocimiento de todo el ambiente, le llegó la oportunidad de «hostear» la FMS, primero como reemplazo de Misionero en una fecha de la última temporada y ahora ya como co-anfitrión oficial. Este miércoles agitará tanto al público presente como al virtual a través del canal de Urban Roosters en Youtube como maestro de ceremonias de seis batallas que entusiasman: el campeón Stuart vs. MP, Naista vs. Zaina, Papo vs. Mecha, Nacho vs. Tata, Larrix vs. Wolf y Klan vs. Katra.
El Misio dejó una marca muy distintiva. ¿El que lo quiere imitar pierde?
¡Al Misio le tengo mucho aprecio y lo conozco desde hace mil años! Compartimos mucho hip hop, venimos fácil desde hace 20 años en la cultura, y además fue una de las personas que más apoyo me brindó para que yo sea el «host» de FMS Argentina. Él escribió muchas páginas en la historia del hosteo de batallas de habla hispana y realmente hizo escuela. Su marca como su legado, creo que va a estar por siempre, y obviamente es un referente, no solo para mí sino para esta disciplina y arte.
Respecto a imitar a alguien, yo creo que cualquiera pierde al imitar a otro porque algo de lo más valioso que todas las personas tenemos es justamente que somos únicos. El secreto está en resaltar lo que nos diferencia.
¿Qué tiene que tener el host perfecto?
Voy a hablar de «host ideal» porque no creo que exista nadie ni nada perfecto para nuestro entendimiento terrenal. Todo es «perfeccionable» siempre. Para mí tiene que ser alguien que ame la cultura del hip hop, que haya sido (o sea) freestyler para entender y conectar mejor con los competidores, que se lleve bien con las cámaras y, por sobre todas las cosas, que ame lo que hace. En mi opinión, la función del «host» de batallas es hacer fluir la energía del evento de la mejor manera para la audiencia, haciendo brillar a los competidores y su performance. Tiene que saber qué hacer frente a algún imprevisto, transmitir tranquilidad y buena onda a la gente arriba y abajo del escenario, y hacer que todos la pasen bien.
Tu recorrido en la escena lleva dos décadas, pero en los últimos años te consolidaste especialmente como un divulgador. ¿Siempre supiste que tu rol no sería como rapero?
El hip hop es mi vida y mi vida es hip hop. 24 horas al día, 7 días a la semana. Es mi filosofía de vida, la forma de entender el mundo, los valores por los cuales me muevo y la misión que tengo durante mi estadía en este plano.
Siempre supe que mi rol es representar. Es un compromiso con esta cultura, con esta filosofía de vida, con este movimiento consciente. No es que sea graffitero, mc, freestyler, diseñador de ropa hip hop, periodista hip hop, caster, host, organizador de eventos hip hop, etc. Yo soy hip hop, y represento a través del elemento que vibre en ese momento/estado/ciclo de mi vida, con distintos propósitos.
Estos últimos años coincidieron con una madurez personal y mayor control del flow de energías, sumado a que me pusieron una cámara adelante y mucha más gente pudo ver un poco mejor mi esencia como persona y sobre todo mi pasión por esto.
¿Qué tiene de especial hostear FMS?
¡Estamos hablando de la mayor liga de freestyle del mundo! Y podría destacar que FMS genera constantemente batallas históricas, eleva el nivel de los competidores, hace evolucionar la disciplina, y de cara al futuro logrará hitos que aún ni siquiera imaginamos…
¿Imaginaste que podía convertirse en lo que es hoy?
Más que imaginarlo lo soñábamos, algún día iba a llegar… ¡y llegó! ¡Más rápido y evolucionado posiblemente de lo que pensábamos! Para que se den una idea de mis épocas en el freestyle, no existía YouTube ni Facebook ni Instagram, no existían las compes de plaza, no existían ni siquiera compes a nivel nacional ni internacional en habla hispana. Es más, casi no existían registros de freestyle en español. Amo el hip hop, es mi vida, y ver que esté desarrollado a este nivel es increíble, un sueño hecho realidad, y haber sido parte y testigo de todos estos cambios y evolución es realmente una bendición.
¿Cuál es el futuro de la disciplina?
Ser declarada un deporte olímpico y que junte en estadios más espectadores que el fútbol y la NBA. ¡Se tenía que decir y lo dije! (risas).