Martin Marro, artista y arquitecto nacido en Luque, llanura agroindustrial, actualmente residente en Córdoba Capital, impulsa un proyecto híbrido-transdisciplinar con una narrativa que habita los espacios de la ex agricultura, indagando a través de diversos enfoques que interpelan el pasado, presente y futuro del territorio. Tolva fue recientemente seleccionado rumbo a BIENALSUR 2025, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, y en diálogo con HOY DÍA CÓRDOBA, su creador cuenta algunos detalles y conceptos del proyecto.
Marro traduce la palabra “Tolva” para dar nombre a su proyecto, compuesto por “tres etapas”. Pero Tolva es también el componente central de una cosechadora, un dispositivo destinado al procesamiento y pulverizado de granos. El artefacto se asemeja también a un refugio de supervivencia, a una construcción de un “futuro ucrónico”, así nace una obra que se convierte en ícono de un proyecto más amplio.
Lo que Marro dibuja y escribe tiene múltiples capas que abordan lo material-inmaterial, lo conceptual y la interacción participativa de la comunidad pertinente en la llanura agroindustrial. El proyecto propone involucrarse, procesar creaciones, pensamientos, poner el cuerpo, la palabra, el debate, y la acción. Proyecto Tolva es en conjunto y en palabras de su creador, “una sinergia que atraviesa arte, cultura, territorio, comunidad, y medioambiente”.
Tres etapas, un mismo horizonte
Tolva se despliega en tres etapas articuladas: autoconocimiento, hábitat y medioambiente, acción participativa comunitaria y creación de obras de arte públicas participativas de sitio específico. La primera implica un taller de producción y pensamiento, la segunda convoca a debates, ponencias científicas, investigaciones, enfoques sostenibles y memorias del territorio y la tercera se manifestaría con intervenciones artísticas participativas que se vinculan con la amalgama de acciones de las etapas anteriores.
“Las obras planteadas responden al contexto del territorio», señala Marro y agrega que quienes participen se introducirán en “sesiones de producción multidisciplinar, acciones, registros alternativos, escritura y exploraciones sensoriales”.
Objeto acrónico y robot reflexivo
El objeto central, ícono del proyecto, resulta a veces difícil de clasificar. “Puede parecerse a una cápsula espacial, a un refugio del futuro o el pasado, a una ruina industrial o un artefacto de ciencia ficción del film Star Wars”, dice el artista, y comenta también que podría ser anacrónico por cierto carácter intemporal de su lenguaje visual. Lo cierto es que el ícono del proyecto nace de despiezar en tecnología 3D, una máquina cosechadora del siglo XX, de cuando las cosechas pertenecían a la transición entre la agricultura y la agroindustria.
Marro incluso imagina que el artefacto podría ser un robot de inteligencia artificial, un alter ego tecnológico que releva y analiza los modos de producción agrícola del pasado y del futuro. “Ese robot podría estar replanteando todo lo que pasó en la historia de la agricultura y la agroindustria para luego analizar el tiempo presente y proyectar futuros del territorio”, señala.
En su visión e imaginación, plantea que el dispositivo Tolva podría ser también una “conciencia crítica que actúa fuera del cuerpo”, como una entidad independiente. Y es desde esa voz externa que nacen también “prosas en voz robot” de Tolva, textos intervenidos que junto a imágenes del proyecto fueron expuestos en convocatorias nacionales como Palais de Glace en 2022-23, en el nuevo espacio No Disciplinario, en el C.C.K de Buenos Aires, en paralelo con la muestra colectiva Prácticas Contaminadas en el Museo de las Mujeres de Córdoba y en 2024-25 participó de la convocatoria Cosecharas Tu Ciencia organizada en el Palacio Ferreyra de nuestra ciudad.
“El germen me surgió en el invierno del año 2022, haciendo un ejercicio diario de obrar, participando de la residencia virtual ‘Host_the_net en viaje por Documenta XV’, de la Fundación la Bomba de Miel’. Estas prosas experimentales son creaciones poéticas de ejercicios de descomposición y juego de palabras en donde altero el orden, inserto, suprimo, intercalo, dinamito significados de la escritura sobre papel y en digital, en donde luego si reúno los fragmentos aparece la insistencia de un sentido, que en este caso hablan del proyecto y son relatadas por Diego, un alter ego Argentino en voz robot que le da una singular acentuación”, explica Marro, quien asume que su rol es, más que nada, el de facilitar una conversación integrada más amplia, una construcción colectiva y subjetiva de significados.
Arte desde raíz
Lo que podría distinguirse del proyecto Tolva, es su arraigo localizado en el territorio en el intento de crear situación, diálogo y proximidad con las voces-cuerpos de la llanura de los seres bióticos y abióticos en donde estamos incluidos como animales de la especie humana.
Tolva se manifiesta desde lo local tratando temas que se vinculan con la biósfera y aparece como una apuesta híbrida que no busca respuestas inmediatas, sino más bien generar espacios de intercambio, expresión, y creación. Será también un ejercicio de memoria, conciencia e imaginación.
Algunas de las obras de Arte participativas que incluye (no visibles en esta oportunidad) se escriben-dibujan en cuanto al encuentro grupal de personas, para re-pensar las urdimbres-tramas de lo colectivo en relación a la esfera socio-ambiental, de las cuales podrían surgir modos de habilitar y habitar múltiples paradigmas del pensamiento desde diferentes espacios del presente hacia diversos estratos del futuro.
Como nota al margen, pero sin perder la relevancia, Marro agrega: “En la innegable avalancha cibernética que nos rodea con implantes en nuestros cuerpos, y con una inteligencia artificial que avanza a la velocidad del yoctosegundo, reconfigurando nuestra existencia; sería interesante re-pensarnos como tejido colectivo-conectivo, revisar las tramas de nuestras relaciones comunitarias y el diálogo con la otredad. Esta reflexión podría descifrar el complejo presente, en donde desde lo colectivo se reinvente la interdependencia, integrando así los ecosistemas humanos, el medioambiente, y lo tecnológico”.
De la llanura a la BIENALSUR
Tolva recorrió un camino singular. Luego de exhibirse en distintas ciudades Argentinas, el proyecto, que había quedado seleccionado en una primera instancia en 2024, fue seleccionado para la edición 2025 rumbo a BIENALSUR, la bienal que este año llega a 80 ciudades de 30 países del mundo. El Proyecto de Marro tendrá lugar en el Centro Cultural de España en La Paz, en Bolivia, desde inicios de julio hasta finales de octubre con una selección de imágenes y propuestas visuales que refieren a la tercera etapa del proyecto, aunque, como aclara Marro, “esas mismas imágenes ya son obras en sí mismas”.
Según adelantó, serán impresas en gigantografías y se mostrarán como piezas que abrazan un espacio en U y en dispositivos tecnológicos que exhibirán las prosas en voz robot, la imagen de Tolva y un video de la llanura argentina.