Con una soberbia actuación de Lionel Messi, Barcelona goleó el sábado a Athletic de Bilbao por 4-0 y se coronó campeón de la Copa del Rey en España. El rosarino fue la clara figura de su equipo, al haber sido determinante tanto con su buen juego como con su cuota goleadora. Es que la Pulga gritó dos goles en la final e hizo historia: marcó su segundo doblete en la final del certamen, algo que no ocurría desde hace 82 años. En 2015, el rosarino también había gritado dos goles.
Más allá de la superlativa actuación de Messi, Antoine Griezmann y Frenkie De Jong aportaron los restantes dos goles para un Barcelona que anuló totalmente al conjunto de Bilbao. Apenas una jugada de peligro crearon los de Marcelino García Toral apenas comenzó el partido, en los pies de Iñigo Martínez.
Así, la obtención de otra Copa del Rey significó para Messi alcanzar los 35 títulos con la camiseta de Barcelona, mientras que para el conjunto catalán implicó la primera corona de la nueva gestión del presidente Joan Laporta. Ahora, el equipo dirigido por Ronald Koeman buscará revalidar este título en La Liga competición en la que se ubica tres puntos por detrás del líder Atlético de Madrid, a falta de ocho jornadas.
Se respeta el cronograma
Las restricciones nocturnas que estableció el Gobierno Nacional y que obligaron a modificar los horarios de la décima fecha del fútbol argentino a último momento tuvo en jaque a los diez equipos del AMBA que participan de la Libertadores y la Sudamericana, ya que Conmebol no modificaría los horarios de sus partidos y les pidió que busquen sedes alternativas fuera de la zona que afecta esta medida para jugar como local. Finalmente, no hizo falta cambiar de ciudades, porque el Gobierno exceptuará a los clubes para que puedan jugar tal cual lo establecido.
Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo, Vélez, Argentinos Juniors, Arsenal, Defensa y Justicia y Lanús son los diez equipos de Capital y Gran Buenos Aires afectados por esta medida y por un rato tuvieron que buscar canchas, habilitadas para partidos internacionales y fuera de la zona de restricción. Esto implicaba un viaje ‘extra’ para los planteles, complicaciones logísticas para las propias ciudades que iban a albergar los encuentros y gastos adicionales, motivos por los cuales el Gobierno se terminó de inclinar por la excepción a la restricción anunciada por Alberto Fernández, que pone como horario límite para el cierre de partidos las 20 horas.