Si alguien no se acordaba de la jerarquía de Emiliano “Dibu” Martínez en los penales, era hora de recordarla.
Luego del gol de Ecuador en tiempo adicionado y el penal fallado por Lionel Messi en la tanda, el arquero del campeón del mundo reapareció anoche en Texas con dos atajadas para sostener la ilusión de un equipo que no brilla ni mucho menos, pero que demostró seguir con la misma hambre de victoria.
La Selección Argentina derrotó 4-2 a su rival en los tiros desde los doce pasos después de igualar 1-1 en el tiempo reglamentario y ahora deberá esperar para conocer a su próximo rival, que saldrá de la llave que se jugará hoy entre Venezuela y Canadá.
Le costó mucho a Argentina. Ecuador lo sorprendió por momentos, sobretodo en el segundo tiempo, y la Albiceleste no supo reaccionar. Se encontró con el gol a los 35 minutos de la primera mitad, gracias a una gran jugada preparada de córner, pero no insinuó mucho más.
Messi estuvo apagado –quizás por no estar al 100% desde lo físico- y el mediocampo formado por Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis MacAllister no estuvo fino como nos tiene acostumbrados.
Lionel Scaloni tampoco estuvo lúcido en los cambios, y el equipo lo sintió. La Tri dominó casi todo el complemento y estuvo cerca de lograr el empate, pero el palo le negó el gol a Enner Valencia desde los doce pasos, tras una mano de De Paul en el área. Ecuador fue a buscarlo y tuvo recompensa en el último minuto, cuando Kevin Rodríguez estampó el 1 a 1 de cabeza.
En los penales, Messi la quiso picar y la pelota dio en el travesaño, pero “Dibu” se encargó de atajar los dos primeros penales ecuatorianos, a Ángel Mena y a Alan Minda. John Yeboah y Jordy Caicedo convirtieron los suyos, pero ya era tarde. Es que Julián Álvarez, MacAllister, Gonzalo Montiel y Nicolás Otamendi sacaron a relucir su jerarquía y no fallaron ante Alexander Domínguez.
Argentina deberá replantearse muchas cosas, pero con la tranquilidad de saber que está dentro de los cuatro mejores. El próximo encuentro de la Selección será el martes desde las 21 en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, por un lugar en la gran final.