En un mensaje dirigido a más de 1.500 empresarios locales e internacionales reunidos en el AmCham Summit 2025, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que la clave para mejorar la competitividad del país pasa por reducir la carga impositiva y eliminar las regulaciones excesivas. «La forma de ganar competitividad es que nosotros bajemos impuestos y eliminemos regulaciones», sostuvo el funcionario, frente a un auditorio colmado de representantes de compañías estadounidenses radicadas en Argentina.
Durante su intervención, Caputo reconoció que «en la Argentina no se invierte desde hace muchos años», y subrayó que el Gobierno impulsa una «apertura económica inteligente», basada en un diálogo permanente con el sector privado. En ese sentido, defendió un enfoque gradualista para evitar desequilibrios que afecten al tejido productivo.
El evento, que se celebra bajo el lema “Una Argentina competitiva”, contó con la participación del presidente Javier Milei, el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri y varios gobernadores e integrantes del gabinete nacional, entre ellos Guillermo Francos, Martín Menem y Mariano Cúneo Libarona. El encuentro tuvo como ejes centrales la seguridad jurídica, la reforma tributaria, la estabilidad macroeconómica y el rol de las instituciones democráticas.
En la apertura, el presidente de AmCham, Facundo Gómez Minujín, enfatizó que “la competitividad no es un concepto abstracto”, sino la clave para generar inversión, empleo y desarrollo sostenible. Desde su visión, la Argentina necesita un sistema impositivo más simple, justo y que premie a quienes producen, alejándose del actual esquema que, según señaló, desalienta la formalidad y ahuyenta inversiones.
Gómez Minujín, también ejecutivo de JP Morgan, valoró señales recientes como la reducción del déficit fiscal y el crecimiento de sectores estratégicos como el tecnológico, agroindustrial y energético, aunque advirtió que aún falta consolidar un rumbo claro y sostenido.
Por su parte, Jorge Macri hizo un llamado al diálogo y a la convivencia democrática tras las elecciones legislativas del 18 de mayo, que dejaron una Legislatura más plural en la Ciudad de Buenos Aires. “La sociedad está cansada de peleas y divisiones”, expresó, y remarcó la necesidad de un acuerdo político en torno al futuro del país.
Desde otras provincias, gobernadores como Gustavo Sáenz (Salta) y Alfredo Cornejo (Mendoza) coincidieron en señalar un fuerte desencanto social con la dirigencia política, marcado por la baja participación electoral. Sáenz criticó la falta de autocrítica de los sectores que gobernaron en el pasado y destacó que la ciudadanía reclama nuevos liderazgos y compromiso real con sus necesidades. Cornejo, en tanto, admitió que el Gobierno de Milei comenzó con debilidad política, pero reconoció que varios mandatarios lo han respaldado para darle gobernabilidad.
En paralelo, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona reveló que está en estudio un proyecto para ampliar la Corte Suprema a siete miembros, y respaldó el plan de «remonetización de dólares» como una vía para fomentar el consumo sin violar normas internacionales.
El mensaje del oficialismo, en resumen, giró en torno a una premisa clara: para lograr inversiones y crecimiento, es necesario reducir el peso del Estado sobre el sector productivo, garantizar reglas claras y mantener la estabilidad económica. Sin embargo, las voces del empresariado fueron contundentes al marcar que, más allá de las intenciones, el desafío es traducir esas promesas en acciones concretas y sostenidas en el tiempo.