Fernández firmó un acuerdo energético con Von der Leyen

El convenio busca alentar las inversiones en la materia desde la Unión Europea

Fernández firmó un acuerdo energético con Von der Leyen

Fernández selló el acuerdo con Von der Leyen en el edificio de la UE en Bruselas.

El presidente Alberto Fernández y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, firmaron ayer un Memorándum de Entendimiento (MdE) sobre cooperación en materia de energía entre la Unión Europea (UE) y la Argentina, en el marco de la III Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se desarrolla hasta hoy en la capital de Bélgica.

El memorándum establece que la Argentina y la UE tienen la intención de cooperar en energía en las áreas de hidrógeno y sus derivados, energías renovables, eficiencia energética y gas natural y gas natural licuado (GNL). En el segundo punto, alienta a las empresas de los sectores público y privado a cooperar en las áreas citadas, a la vez que llama a fomentar la expansión y el uso de energía renovable y “hallar soluciones relativas a su integración en la red eléctrica y el desarrollo de la infraestructura eléctrica y eficiencia energética”, según su redacción.

La tercera sección consigna que ambos países cooperarán en un período de transición a fin de propiciar un suministro estable de gas natural licuado (GNL) desde la Argentina a la UE, que “sea consistente con los objetivos de descarbonización de largo plazo”. El cuarto segmento se refiere a la implementación del acuerdo en cuanto a inversiones y una hoja de ruta para su implementación.

Luego, abordan aspectos de la sustentabilidad para garantizar que las futuras inversiones en proyectos o actividades desarrolladas cumplan con las respectivas legislaciones ambientales vinculadas a los sectores marino y terrestre, con especificaciones sobre daño ambiental.

El MdE abre un panorama auspicioso para las exportaciones energéticas argentinas, en un contexto de crisis energética originada tras la guerra en Ucrania, según indicaron fuentes de Presidencia. “El MdE sobre energía es un instrumento dirigido a avanzar en la cooperación entre la UE y Argentina para alentar a los actores públicos y privados a cooperar a fin de alcanzar los objetivos en materia de energías limpias y de lucha contra el cambio climático, principalmente en las áreas de hidrógeno y sus derivados; energías renovables y promoción de la eficiencia energética”, se informó oficialmente.

El propio presidente Fernández remarcó el rol estratégico de Argentina en materia energética en una reunión bilateral que mantuvo con el canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, con quien analizó el avance del vínculo entre ambos países.

Por un intercambio “justo y equitativo”

El presidente Alberto Fernández planteó ayer la necesidad de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) vayan hacia un acuerdo de asociación que garantice “un desarrollo equilibrado” sobre la base de un intercambio comercial “justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”.

Al hablar en la apertura de la III cumbre entre ambos organismos en Bélgica, Fernández afirmó que “América Latina y el Caribe es una región marcada por profundas brechas socioeconómicas, donde millones de personas enfrentan la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos”.

“Nuestro objetivo primordial pasa por afianzar la integración latinoamericana y caribeña”, indicó el mandatario argentino, quien puso en valor a la Celac “como mecanismo de diálogo y concertación política”. “Yo celebro que Europa, parte del norte desarrollado, mire con vocación integradora al Caribe y a la América Latina, parte del sur que quiere desarrollarse.

El acto de asociación supone la existencia de partes que se entienden en la búsqueda de un desarrollo equilibrado. Una asociación exige que ambas partes se benefician en el acuerdo. Cuando solo se beneficia una de las partes, eso deja de ser un acuerdo y empieza a parecerse a una estafa”, aseveró en referencia al virtual acuerdo de la UE con el Mercosur, y reclamó un tipo de comercio “justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”.

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