Las automotrices Renault y Nissan comenzaron ayer a aplicar paradas técnicas en sus dos plantas de barrio Santa Isabel de nuestra ciudad como consecuencia de un faltante de cubiertas. No se trata de un freno completo, sino focalizado en la línea de montaje de pick-ups, que fabrica la Alaskan, del rombo, y la Frontier, de su aliada japonesa.
La decisión afecta a unos 1.000 operarios, calculó el Smata, el sindicato de mecánicos. Las empresas esperan reactivar la línea a partir de mañana. Sobre el particular, Ramón Ramírez, integrante de la comisión directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, confirmó que “hay un faltante en todas las terminales automotrices. Esto hizo que se paralice este lunes Nissan Renault: hoy hay riesgo en toda la compañía”.
Al respecto, aseguró que todas las autopartistas “están viviendo en el día a día” y que a pesar de las distintas gestiones a nivel nacional, con los ministerios de Trabajo y de Producción, “éste último está acéfalo”. “Esto genera una alta incertidumbre. Están viendo cómo se consiguen los neumáticos para producir, y tampoco se puede importar”, reveló Ramírez en relación a la resolución que le puso un cupo a las importaciones con licencias automáticas.
“Cuando se llega al cupo, se tiene que pagar a 180 días. Esto afecta más al sector automotriz porque nuestros plazos de pago y de stock son cortos, no estamos pudiendo importar si no pagamos anticipado y tampoco hay dólares en el mercado”, explicó en declaraciones a Cadena 3.
Cabe agregar que las tres fábricas de neumáticos del país -Bridgestone, Pirelli y Fate- abastecen a la mayoría de los modelos que se producen en la Argentina. Estas compañías mantienen desde el 17 de mayo pasado una puja con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) por la revisión de la paritaria actual. La pulseada acumulará este jueves su sexto paro total desde que estalló el conflicto, esta vez, con movilización del gremio hacia Plaza de Mayo.
Exigen al máximo sus stocks de seguridad
Durante el último mes, las automotrices exigieron al máximo sus stocks de seguridad, que era de 10 días, en el mejor de los casos. Las plantas de pick-ups de Renault y Nissan son las primeras que debieron pisar el freno. Pero otras terminales están al límite de tomar una decisión similar. Entre ellas, al menos dos de las de mayor volumen de producción y exportaciones.
En su complejo de Santa Isabel, Renault tiene dos fábricas. La histórica, donde hace los modelos Logan, Sandero, Stepway y Kangoo y la planta de pick-ups, inaugurada en 2018, tras una inversión de U$s 600 millones para producir la Frontier de Nissan, a la que en 2020 se sumó el que sería el primer vehículo de la marca francesa en esta categoría, Alaskan.
Días atrás, el presidente Alberto Fernández visitó la instalación para la inauguración del segundo turno de producción de Nissan, que desembolsó otros U$s 130 millones en los últimos dos años para renovar el modelo, que además de Brasil ahora tiene a Chile y a Colombia como destinos. El salto de actividad significó la creación de 550 nuevos puestos de trabajo y duplicar el volumen de producción. Este año, Nissan proyecta fabricar 34.000 unidades, de las cuales 30.000 habrán sido para exportación.
Por su parte, Renault proyecta producir 5.000 unidades de Alaskan en 2022, todas para mercado local. El mes pasado, el rombo anunció el salto a dos turnos a partir de julio de sus líneas de montaje de autos y de utilitarios livianos. Incorporará a 300 operarios adicionales a los 1.500 ya existentes para crecer 50% en producción. Renault proyecta fabricar 73.000 unidades este año, de las cuales 48.000 serán de su marca (el resto son las de Nissan). En la empresa, aclaran que la línea de autos y utilitarios no se vio afectada por la falta de neumáticos y mantiene su operación plena.