La Cámara de la Indumentaria alertó sobre los efectos adversos de la reciente reducción de aranceles a la importación de ropa y calzado, anunciada por el Gobierno nacional. Según representantes del sector, la medida podría generar una mayor competencia de productos importados, que dificultaría la capacidad de las empresas locales para competir, afectando tanto a la producción nacional como al empleo en la industria textil.
El Gobierno justifica esta política como una forma de reducir la inflación y los precios de los productos locales, en un intento por aliviar el costo de vida de los ciudadanos. Sin embargo, la Cámara de la Indumentaria sostiene que esta apertura a la importación perjudicaría a los fabricantes locales al desplazar sus productos por los importados, lo que, a su juicio, podría destruir empleos en un sector clave de la economía.
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El debate gira en torno a los efectos que esta reducción de aranceles tendrá en la sostenibilidad de la industria nacional, especialmente en un contexto de alta inflación y competencia de productos más baratos desde el exterior. Los empresarios del sector han pedido al Gobierno que revierta la medida o que implemente políticas que favorezcan el fortalecimiento de la producción local.
Mientras tanto, las autoridades siguen defendiendo la política como una medida necesaria para controlar los precios internos y dar alivio a los consumidores, aunque los impactos en el empleo y la competitividad de las empresas nacionales siguen siendo un tema de preocupación.
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