Cientos de personas llamadas Josh compitieron para disputar la titularidad del nombre

Habría un solo ganador y, quienes perdieran, deberían cambiar su identidad

Cientos de personas llamadas Josh compitieron para disputar la titularidad del nombre

Una increíble pelea por el nombre de Josh atrajo a centenares de personas de todo Estados Unidos a un parque de Nebraska, para distinto tipo de competiciones con un fin solidario.

La idea comenzó hace un año, cuando en medio de las restricciones por la pandemia, Josh Swain, un estudiante de la Universidad de Tucson, Arizone, viralizó un mensaje a través de las redes sociales con otras personas que no conocía, pero con las cuales compartía su nombre y las retó a una especie de duelo.

Probablemente se preguntan por qué los reuní hoy”, escribió en un chat grupal de Facebook a otras personas llamadas Josh Swain.

«El 24 de abril de 2021, a las 12, nos encontraremos en estas coordenadas. Pelearemos, quien gane podrá quedarse con el nombre. Todo el resto deberá cambiar el suyo. Tienen un año para prepararse, buena suerte», agregó.

Entre las reglas se explicitaba que cada uno de los enfrentamientos era amistoso y otra de las obligaciones era que cada uno de los presentes utilice tapabocas para evitar cualquier tipo de contagios.

Swain, el organizador, se mostró anodadado por cómo estalló todo: «No esperaba que la gente se mostrara tan inflexible con esto como lo está haciendo ahora».

Uno de los mayores atractivos fue el concurso de pileta de fideos, abierto a cualquier persona con el nombre de Josh. El vencedor de esa competición fue Joshua Vinson Jr de cinco años, que fue premiado con una corona de Burger King. Recibió una ovación por parte de todos los presentes y fue levantado en andas.

Este desafío de Josh tuvo un costado solidario y se le solicitó colaboración a todos, e inclusive se abrió una página donaciones, que si bien en un principio era para que los «Josh perdedores» se cambien el nombre, en realidad era para destinarlo a un hospital de niños.

 Hasta ayer, se habían sumado centenares de kilos de alimentos no perecederos y US$10.000.

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