Esta es ‘Bat sense’, la tecnología que permitirá filmar con el celular en absoluta oscuridad

A través del uso de inteligencia artificial, se localiza la ubicación de distintos objetos por el rebote del sonido

Esta es ‘Bat sense’, la tecnología que permitirá filmar con el celular en absoluta oscuridad

Finalmente se logró desarrollar una forma de dotar a objetos cotidianos, como los teléfonos inteligentes y las computadoras, de un sentido del entorno similar al de los murciélagos.

El núcleo de la técnica, denominada ‘Bat sense’ (Sentido de murciélago) es un sofisticado algoritmo de aprendizaje automático que utiliza los ecos reflejados para generar imágenes, de forma similar a cómo los murciélagos navegan y cazan mediante la ecolocalización.

El algoritmo mide el tiempo que tardan las ondas sonoras emitidas por los altavoces o las ondas de radio emitidas por pequeñas antenas en rebotar dentro de un espacio interior y volver al sensor.

Analizando los resultados a través de inteligencia artificial, el algoritmo puede deducir la forma, el tamaño y la distribución de una habitación, así como detectar la presencia de objetos o personas. Los resultados se muestran en forma de vídeo que convierte los datos del eco en una vista tridimensional.

Una diferencia clave entre el logro del equipo y la ecolocalización de los murciélagos es que éstos tienen dos orejas que les ayudan a navegar, mientras que el algoritmo está ajustado para trabajar con datos recogidos desde un único punto, como un micrófono o una antena de radio.

Los investigadores afirman que la técnica podría utilizarse para generar imágenes a través de, potencialmente, cualquier dispositivo equipado con micrófonos y altavoces o antenas de radio.

La investigación, expuesta en un artículo de científicos informáticos y físicos de la Universidad de Glasgow, publicado en la revista Physical Review Letters, podría tener aplicaciones en materia de seguridad y atención sanitaria.

El Dr. Alex Turpin y el Dr. Valentin Kapitany, de la Escuela de Ciencias Informáticas y la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Glasgow, son los autores principales del artículo.

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