Los perros duermen mucho más tiempo que los humanos, y lo hacen de manera diferente. Es importante observar cómo duerme un perro porque podría indicar algún tipo de problemas.
Para ellos lo normal es dormir unas 13 horas por día cuando son adultos y varias más cuando son cachorros, porque necesitan reponer energía. Es frecuente que los perros de gran porte tomen siestas más largas que los más pequeños.
Si tu perro duerme mucho más o mucho menos, debe estar expresando algún problema. También es importante la posición que busca para recostarse.
Los perros que duermen boca arriba, todos despatarrados, están cómodos, felices y confiados en su entorno. En cambio, si tu perro se hace un bollito y esconde el hocico, puede estar demostrando temor, o simplemente frío.
Es natural que antes de echarse los perros raspen la superficie con sus patas, al punto de que muchas veces rompen sus colchones. Esto es un comportamiento heredado de sus antepasados, que al vivir a la intemperie pisoteaban la hierba para acostarse, o cavaban pequeños pozos en la nieve para cobijarse en invierno.
Pero si tu perro pasa mucho tiempo dando vueltas antes de acostarse y le cuesta encontrar una posición cómoda para dormir, puede tener algún dolor en los huesos, o un problema neurológico. También es normal que se muevan o giman dormidos: los perros sueñan.
Estos movimientos involuntarios y espasmódicos son frecuentes, especialmente en los primeros años de vida del perro, y solo significa que está en su etapa de sueño más profundo, por lo que no se los debe molestar.
Los ronquidos de los perros, en cambio, pueden ser consecuencia de un problema respiratorio. Por eso es importante observar la manera de dormir de nuestras mascotas, y comentarla con el veterinario en su próxima visita.