Creó un Whatsapp con una caja de frutas para poder chatear con su abuela de 93 años

La mujer se rehúsa a utilizar computadoras o smartphones, por lo que su nieto ideó un interesante invento que imprime las conversaciones

Creó un Whatsapp con una caja de frutas para poder chatear con su abuela de 93 años

Ludi es española, tiene 93 años y se rehúsa a usar computadora y smartphone. “Ella no quiere líos, ni Wi-Fi, ni un móvil”, cuenta Guido García, su nieto, que se valió de sus conocimientos en ingeniería para crear un “WhatsApp casero” que le permita estar en contacto con su abuela e incluso enviarle fotos familiares tal como hacen a diario los millones que usan servicios de mensajería.

Guido es ingeniero en telecomunicaciones y reside en Valladolid. Su abuela vive en Viscaya, a unos 280 kilómetros de distancia.

Según contó el inventor del “mensajero de cartón”, durante la pandemia de Covid-19 no pudo visitar a Ludi con frecuencia y, en vista de su negativa a usar aparatos tecnológicos, decidió crear un dispositivo casero capaz de recibir mensajes y fotografías, además de imprimirlas.

Tal como vemos en las imágenes que compartió el inventor, el artilugio esconde una mini computadora y una impresora pequeña dentro de una caja de frutas.

Además, tiene una tarjeta SIM que provee conexión a Internet. Adentrándonos en detalles técnicos, la responsable de los procesos es una placa Raspberry Pi y el software utilizado no es WhatsApp, sino la app de mensajería Telegram, mediante un bot que programó García.

“Me sorprendió mucho que se vuelva viral”, dijo el ingeniero, tras compartir imágenes de su tierno invento en Twitter, cuya fabricación le insumió cerca de 40 horas de trabajo.

En un hilo de tuits, García detalló el paso a paso para fabricar este dispositivo, que tiene 500 megabytes de memoria RAM e imprime las imágenes en blanco y negro. Su creador asegura que al tener un consumo muy bajo de energía ni hay ruidos ni sobrecalentamiento.

“La impresora me costó unos 50 euros, la Raspberry Pi con la SIM, 20 euros en total, la placa de comunicación que lleva la tarjeta, 70. En total, unos 180 euros. No tenía restricciones de presupuesto, pero se puede hacer más barato”, comentó Guido.

Para recibir las fotos familiares, Ludi solamente tiene que enchufar el equipo. Eso sí: el aparato de cartón aún está en la casa de su nieto, que promete entregárselo prontamente a su abuela.

El ingenio del español no es el primero en su especie. En abril del año pasado cobró visibilidad un invento denominado Yayagram, un dispositivo para que los adultos mayores tengan acceso a Telegram en forma sencilla.

Se trata de un equipo sencillo: una caja con un micrófono y un botón rojo que sirve para enviar mensajes de voz, además de una impresora para recibir textos y leerlos sin necesidad de una pantalla.

Su creador explicó que el dispositivo está basado en una mini computadora Raspberry Pi 4 programada en Python. Tiene además tres luces LED que indican si está encendido, que está conectado a Telegram y que se está grabando un mensaje, respectivamente.

El caso es similar al de Ludi y Guido: Yayagram fue creado para comunicarse con una señora de 96 años.

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