La oficina de correos de Port Lockroy, también conocida como la «Oficina de correos de los pingüinos», es un popular destino turístico, justo al lado oeste de la península antártica. El sitio histórico recibe alrededor de 18.000 visitantes cada temporada y la zona también está llena de pingüinos.
Parte del territorio antártico británico, la «Base A» de Post Lockroy, se estableció en 1944 y funcionó como una estación de investigación británica. Ahora, es administrado por la organización benéfica Fondo del Patrimonio Antártico del Reino Unido (UKAHT, por sus siglas en inglés), que opera el museo y la tienda de regalos. Las ganancias de la tienda respaldan las renovaciones de otros sitios históricos en la Antártida.
Este año, será la primera vez que el sitio se abra al público desde la pandemia del coronavirus. Para organizar el turismo y mantener la base, UKAHT estará enviando jefes de correos temporales a la base que serán responsables de preservar los edificios y artefactos históricos en la Antártida. Los candidatos seleccionados deberán estar en la base desde noviembre de 2022 hasta marzo de 2023.
«¿Sueñas con despertar y ver la Antártida en todo su esplendor? Los pingüinos caminan lentamente, el sol se asoma sobre las montañas cubiertas de nieve. Un trabajo como ningún otro. Únase a nosotros y ayude a proteger el patrimonio de la Antártida y a conservar su precioso medio ambiente», publicó UKAHT en su cuenta de Twitter.
El equipo de UKAHT también monitorea el impacto de los visitantes en un estudio ambiental, que incluye contar la cantidad de pingüinos y crías de pingüinos en la isla. El estudio ayuda a regular el número de visitantes a la isla e informa las pautas «para garantizar que el medio ambiente se cuide adecuadamente», según el sitio web del territorio.
Los interesados en trabajar en la remota locación deberán renunciar a las comodidades de la vida cotidiana. Vivir y trabajar en la isla congelada está lejos de ser lujoso. Además de las bajas temperaturas, que pueden descender hasta los -5°C y pueden sentirse más frías con la sensación térmica, el alojamiento es limitado, según comunicó un paquete de información que detalló el trabajo en la oficina de correo antártica.
Los miembros del personal comparten una habitación individual y no hay inodoro con mochila. En cambio, un baño de campamento debe vaciarse diariamente. Tampoco hay agua corriente ni duchas. Los barcos visitantes ofrecen duchas al personal cada pocos días. En algunos casos, el personal puede pasar hasta dos semanas sin ducharse.
La comunicación también es limitada. No hay acceso a Internet ni recepción de telefonía celular, y las llamadas telefónicas por satélite son costosas. El personal tendrá «una comunicación mínima con el hogar», según el paquete. Y en caso de una emergencia, las evacuaciones médicas a un hospital podrían demorar hasta siete días, según el paquete.
Vicky Inglis, quien anteriormente trabajó en la base como uno de los jefes de correos, dijo que el trabajo es una oportunidad única en la vida, pero no para los débiles de corazón. «Tuvimos que cavar nuestro camino [a través de la nieve] para tener acceso por primera vez cuando llegamos. No tenemos inodoros y nada de eso, ninguno de los lujos modernos a los que estamos acostumbrados», resaltó.
Teniendo en cuenta la naturaleza exigente del trabajo, el UKAHT requerirá que sus candidatos tengan un buen nivel de condición física, conciencia ambiental y un conocimiento de vida de mínimo impacto. Los puestos de trabajo disponibles son para trabajar como líder de base, gerente de tienda o asistente general.
Por los cuatro meses de trabajo en el puesto congelado, los voluntarios recibirán salarios que varían entre los $1.621 y $2.335 dólares, dependiendo de sus responsabilidades en la base. Los interesados en esta experiencia deben ingresar a la página web www.ukaht.org de la fundación UK Antartic Heritage Trust y dejar su aplicación. Tienen tiempo hasta el lunes 25 de abril, cuando vence el plazo para enviar la solicitud.