Un hombre deja que la gente lo golpee para aliviar el estrés

Durante los últimos 11 años, “el primer y único entrenador de estrés de Turquía” se ganó la vida dejando que la gente lo agreda físicamente

Un hombre deja que la gente lo golpee para aliviar el estrés

Hasan Riza Gunay comenzó a trabajar como bolsa de boxeo humano en 2010, tras encontrar inspiración en la clásica película del director turco Kemal Sunal “Sark Bulbulu” (Ruiseñor oriental), en la que el protagonista se deja golpear voluntariamente.

El hombre se dio cuenta de que mientras algunas personas alivian el estrés haciendo ejercicio, meditando o durmiendo, otras necesitan desahogarse gritando o, mejor aún, golpeando a alguien. Así que convirtió su descubrimiento en un original negocio, permitiendo ser golpeado por extraños a cambio de dinero.

Gunay ha trabajado como “entrenador de estrés” durante una década, y tiene varios métodos para ayudar a los clientes a aliviar el estrés.

La mayoría de las veces, todo lo que necesitan es alguien con quien descargar su enojo, y él está más que feliz de complacerlos, pero a veces tiene la condición adecuada para que su “tratamiento” funcione.

Para trabajar, se pone una máscara con la foto impresa de la persona con la que el cliente está molesto y lo alienta a insultarlo y dejar salir toda su frustración.

Las cosas pueden ponerse bastante ásperas, pero Gunay nunca se lo toma como algo personal. Siempre piensa en sus sesiones de alivio del estrés como escenas de una película, con él y la persona que lo golpea como protagonistas. Así que nunca se ofende por ser golpeado o insultado.

La mayoría de los clientes de Gunay son mujeres (alrededor del 70%) cuya fuerza es equivalente a la de niños de 12 a 14 años, por lo que realmente no se preocupa por lastimarse. Además, siempre se pone el equipo de protección, y hace ejercicio con regularidad para mantenerse en forma.

Hasan Riza Gunay hace que todos sus clientes firmen un documento indicando que lo hace de forma voluntaria para que el cliente pueda aliviar el estrés, sin el estrés adicional de las posibles consecuencias legales, en caso de lesiones físicas.

Cada sesión con el entrenador de estrés dura entre 10 y 15 minutos, y solo acepta hasta cuatro clientes por día.

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