Una mujer fue declarada muerta el domingo a las 5.30 de la madrugada por un médico del lugar que habría extendido el correspondiente certificado de defunción.
Cuando la familia estaba esperando para que la difunta sea velada, ella abrió los ojos y se encontró con el personal de la funeraria que quedó completamente paralizado. Se trata de una mujer de 91 años que fue traslada a la funeraria De Bonis.
En ese instante, las personas que se encontraban ahí se dieron cuenta de que aún respiraba. Al presentar signos vitales, la jubilada fue trasladada de urgencia a la clínica Sagrado Corazón.
“Una enfermedad que se le para el corazón por unos segundos. Se ve que hicieron rápido el certificado porque el supuesto deceso ocurrió a las 5 de la mañana y a las 9 la retiran”, explicó Sonia Sabino, gerente de la funeraria.
Tras el traumático momento, los empleados de la funeraria le avisaron a la familia y de ahí la llevaron a la clínica. Finalmente, la mujer falleció a las 16 del mismo día.
En este caso, el error pudo haber sido dar por muerta antes de tiempo a la mujer, quien había sufrido episodio de catalepsia.
Este es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, aparentemente muerta y sin signos vitales. No obstante, se halla en un estado consciente, el cual puede, a su vez, variar. Por esta razón, el médico que realizó el certificado de defunción supuso que la paciente estaba muerta.