Córdoba escuchó, rió y pensó: la noche en que Victor Küppers nos hizo frenar

Desde Hoy Día Córdoba estuvimos presentes en la charla “Vivir con alegría”, donde el conferencista español hizo reír, pensar y conectar con lo esencial en una noche que invitó a frenar el ritmo y recuperar lo importante.

Victor Küppers. Córdoba

Victor Küppers en el Teatro del Libertador General San Martín.

Por Melani Cordi y Priscila Perez

En un contexto de agotamiento emocional, vínculos frágiles y exigencias constantes, el conferencista español Victor Küppers llegó a Córdoba con una invitación sencilla pero poderosa: bajar un cambio. El pasado sábado 7 de junio, el Teatro del Libertador General San Martín se colmó de personas para escuchar su charla “Vivir con alegría”, en el marco de su gira Mentes Expertas.

Desde Hoy Día Córdoba dialogamos con el conferencista en la previa del evento y presenciamos su charla. Aquí compartimos algunas reflexiones que dejó ante una sala colmada.

La presentación comenzó con una idea que dejó pensando hasta el final y que expresa la importancia de una actitud positiva ante la vida: la fórmula 3 – 1, el ejercicio de siempre pensar tres aspectos positivos por uno negativo acerca de lo que nos pasa. 

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Durante la charla, Küppers también mostró paso a paso y detenidamente las claves para llevar una vida mejor, resumido en 12 puntos que van desde la serenidad y la proactividad a la amabilidad. A la vez, nos recuerda la cliché pero tan real frase “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, hasta tener ilusiones, cuidarse y vivir con sentido del humor. La charla abordó muchos de los problemas que genera en la salud un mundo que no para, y que mide el éxito en función de lo mucho o poco que se consigue. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el estrés es una de las principales amenazas para la salud mental global, al punto de ser considerado una epidemia del siglo XXI. En ese sentido, muchas de las reflexiones que compartió Küppers funcionan casi como una respuesta preventiva: desacelerar, reconectar con lo esencial, cultivar la escucha y resignificar la actitud ante la vida. Es importante aclarar que su propuesta no reemplaza la ayuda profesional, pero sí contribuye a visibilizar cómo el ritmo moderno deteriora el bienestar emocional colectivo. 

Küppers no se presenta como especialista, sino como alguien que simplemente quiere “recordar lo importante”. Se definió como “una persona de pueblo”, sin pretensiones, que busca transmitir lo que dicen los expertos. Y eso hizo durante un poco más de dos horas, con un estilo cercano, lleno de ternura, humor y franqueza. 

Para quienes desconfían de la autoayuda, escuchar a Víctor Küppers puede parecer más de lo mismo. Pero es cierto que, en medio del cansancio colectivo, hay algo profundamente necesario en volver a lo simple. No por nuevo, sino por olvidado. Quizás el verdadero valor de estas charlas está en la pausa que generan. 

“Vamos a un ritmo tan acelerado que nos hemos vuelto egoístas, individualistas. Cada vez somos más antipáticos, sobre todo en las ciudades grandes”, dijo ante una audiencia que lo escuchaba con atención. En esa misma línea, subrayó la importancia de escuchar al otro como un acto de generosidad: “Muchas veces lo que más necesita alguien no es un consejo, sino simplemente ser oído”.

El encuentro comenzó con elogios al Teatro San Martín, de gran valor cultural para los cordobeses aficionados por el arte. “Este teatro es único en el mundo”, expresó y comentó sobre el sistema de poleas que ya tiene 140 años pero sigue transformando escenografías muy rápidamente. 

Humor y conexión con el público de Córdoba

A lo largo de la charla, Küppers hizo reír al público con ejemplos cotidianos y bromas locales —incluso se animó a usar la palabra “culiado” más de una vez—, generando empatía y carcajadas. También confesó su amor por Argentina: “En mi próxima vida quiero ser argentino”, aseguró mostrando que tiene a Lionel Messi como fondo de pantalla, lo que provocó una ovación espontánea. 

El núcleo de su mensaje fue claro: no se puede vivir bien si uno no se detiene a pensar cómo está viviendo. Cuestionó frases como “querer es poder” —“no es verdad, hay cosas que no podés aunque quieras, y está bien reconocerlo”—, y remarcó que la alegría no es un mandato ni un estado permanente, sino una actitud que se puede entrenar incluso en los días más grises.

“No hay nada peor en la vida que un tonto motivado”, señaló. La frase arrancó risas, pero sirvió para advertir que la actitud, por sí sola, no alcanza si no está acompañada de valores y criterio.

También habló sobre el fracaso, la frustración y la amargura como partes inevitables de la vida. “Todos pasamos túneles, pero son túneles, no pozos. Y de los túneles se sale siempre”, aseguró. En sus palabras se escuchó, más que soluciones, un intento por ofrecer consuelo y perspectiva. 

Victor Küppers en el Teatro del Libertador General San Martín.

Sin embargo, no todo fue claridad. El volumen del micrófono, algo bajo por momentos, dificultó la escucha en varias partes de la sala. Aun así, la conexión con el público se mantuvo, en gran parte gracias a su carisma y su forma de hablar.

Al cerrarse los telones y salir del teatro, la sensación general no fue la de haber recibido soluciones mágicas sino pequeñas ayudas para vivir mejor, repensando sobre lo que es realmente necesario en un mundo que corre sin freno. Esa noche, Küppers invitó a todos los presentes a vivir con alegría y autenticidad conectando con lo que de verdad importa. 

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