En el edificio de la ex Legislatura de la Provincia de Córdoba sito en Rivera Indarte 26, donde se encuentra ubicada la sede central de la Agencia Córdoba Cultura, se inaugurará hoy a las 19 una nueva sala de exposiciones que se suma al circuito de arte de la ciudad.
En este nuevo espacio ya se exhibe la muestra itinerante “Opera Omnia: Reflejos del Cielo sobre la tierra”, del artista renacentista italiano Raffaello Sanzio, con motivo de los 500 años de su muerte. La misma tiene la curaduría de Antonio Paolucci, historiador del arte y especialista en el Renacimiento italiano.
La exposición, que ya ha estado en Moscú, Lyon y Buenos Aires, presenta 19 réplicas de alta calidad a escala real y retroiluminadas. Puede visitarse, de lunes a viernes, de 10 a 19, con entrada libre y gratuita, hasta fines de marzo.
El proyecto Opera Omnia, del cual forma parte esta muestra, nació de la conciencia de que el patrimonio artístico de Leonardo, Rafael, Caravaggio y otros maestros de la pintura italiana está disperso por el mundo en diversos museos, iglesias y colecciones privadas y esto hace imposible realizar grandes exposiciones monográficas
Además, no todos los lugares donde se conservan las obras son de fácil acceso y a menudo se hace complicado su traslado, tanto por los elevados costos de los seguros como por impedimentos físicos. En ese contexto, Opera Omnia es un intento por acercar la obra de artistas clásicos a la comunidad.
Dicha muestra fue ideada y producida por Rai.com, promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano y organizada por el Instituto Italiano di Cultura Córdoba, en colaboración con el Consulado de Italia en Córdoba, la Agencia Córdoba Cultura y la Provincia.
Una carrera brillante
La trayectoria de Rafael Sanzio es una de las más sobresalientes entre los artistas del Renacimiento: no solo su nombre ha alcanzado tanta fama como la de otros grandes maestros, sino que la logró en poco más de veinte años de carrera.
Su prematura muerte a los 37 años, el mismo día de su cumpleaños, privó al Renacimiento del que habría podido ser el mayor pintor de todos los tiempos un genio que, a pesar de su juventud, logró sentar precedente de un modo que otros grandes artistas no lograron y adelantarse a los movimientos artísticos sucesivos.
Considerado por muchos de sus contemporáneos como un niño prodigio, su extraordinaria capacidad de asimilación unida a su propia creatividad se vieron reforzadas por su personalidad. Rafael es recordado como un hombre noble y amable, amado por sus discípulos y mecenas, lo que le diferencia de otros artistas de perfil más individualista como Miguel Ángel. Es por ello que este genio encarna como ningún otro el ideal del humanismo renacentista.
Los papas Julio II y León X confiaron a Rafael grandes responsabilidades en la decoración de las estancias vaticanas y la Basílica de San Pedro. Por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la armonía en la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Sanzio constituye, junto con la de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más excelsas realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.