¿Qué es el nudismo? Una mirada de lo que pasa en Córdoba

En un contexto cultural que privilegia la discreción, el nudismo se presenta como una filosofía que desafía normas sociales y abre puertas a nuevas formas de convivencia y respeto por el cuerpo.

¿Qué es el nudismo? Una mirada de lo que pasa en Córdoba

El nudismo, como práctica y filosofía, busca la conexión con la naturaleza y la aceptación del propio cuerpo, promoviendo la libertad y la igualdad entre las personas. En Córdoba, una ciudad con una rica historia cultural y una mezcla de tradiciones, el nudismo puede ser visto como una expresión de libertad personal que contrasta con algunas normas sociales más conservadoras.

Córdoba tiene una tradición cultural muy arraigada, con valores que a menudo se centran en la modestia y el recato. Esto puede generar tensiones entre quienes practican el nudismo y quienes mantienen una visión más conservadora, generando un microcosmos de contradicciones. Por un lado, hay un creciente interés por estilos de vida alternativos y una apertura hacia la diversidad; por otro, persisten actitudes conservadoras que pueden rechazar el nudismo como una práctica inadecuada.

El nudismo en Córdoba refleja un diálogo entre la tradición y la modernidad, lo conservador y lo liberal. A medida que la sociedad evoluciona, es posible que la aceptación del nudismo y de otras formas de expresión personal también cambie. La clave está en el respeto mutuo y en la búsqueda de espacios donde todos puedan coexistir, independientemente de sus elecciones personales.

Miguel Suárez, es nudista y Coordinador de la Reserva Nudonaturista Yatan Rumi, en las cercanías de Tanti.

“Vamos a empezar por ponerle nombre a nuestra actividad. Hay algunos que le llaman nudismo, hay otros que le llaman naturismo y nosotros en particular le llamamos, para que no quede en duda de la actividad que hacemos, nudo naturismo, para dejar en claro que nuestro estilo de vida implica la práctica del nudismo y también somos naturistas, o sea que nos gusta la naturaleza, nos gusta la vida en la naturaleza, nos gusta el contacto con la naturaleza y el respeto por la naturaleza. La definición de nudo naturismo de la Federación Naturista Internacional, dice que el nudo naturismo es un estilo de vida que se caracteriza por el respeto a uno mismo, el respeto a los demás y el respeto a la naturaleza e implica, entre otras cosas, la práctica del nudismo social”, explica Suárez.

“El naturismo o nudismo comienza a practicarse en Alemania, allá por 1930, de la mano de la teoría de vida ‘free corp’, o sea, el cuerpo libre, que implicaba, entre otras cosas, la práctica del nudismo social. Llega a Argentina, de mano de inmigrantes alemanes y se empieza a practicar en Buenos Aires, primero en la zona del Delta del Tigre, en una isla que se llamaba Heliópolis. Después empezaron a aparecer algunas quintas en la provincia de Buenos Aires, en la zona de Moreno. Después aparecieron dos playas de nudismo tolerado en la costa atlántica, una está en Chapadmalal, que se llama Playa Escondida, y otra está cerca de Villa Gesell, que se llama Playa Gerandi”, agrega el coordinador de Yatan Rumi.

“En Córdoba, nosotros empezamos nuestras actividades allá por el 2003. Éramos un grupo de amigos que practicábamos nudismo y no teníamos un lugar donde hacerlo. Entonces íbamos a lugares recónditos en las sierras, que hay miles, donde se puede hacer nudismo sin que nadie te vea. Hay que caminar por los arroyos y encontrar lugares agradables donde podés estar desnudo sin molestar a nadie. Pero eso implica que siempre tenés que estar atento a que no aparezca ninguna persona a la que te pueda molestar. Fue ahí cuando decidimos buscar un lugar privado donde pudiéramos practicar nuestro estilo de vida. Encontramos el campo donde estamos actualmente, que tiene 1.200 hectáreas y está ubicado sobre el camino que va de Tanti a Los Gigantes, a 15 kilómetros de Tanti. Es un lugar ideal porque está totalmente aislado, rodeado de montañas. El lugar se llama Yatan Rumi, que quiere decir piedra desnuda en quechua. Está abierto a todos quienes quieran visitarnos. El único requisito es respetar las reglas del lugar. La primera regla es el respeto. La segunda es que es obligatorio la práctica del nudismo para todos nuestros visitantes. Cuando llega alguien nuevo que viene por primera vez o que nunca ha hecho nudismo y viene a tener su primera experiencia, tiene un periodo de adaptación de media hora cuando recién llega, durante el cual puede permanecer vestido, conociendo el lugar, viendo cómo es el ambiente, viendo de qué se trata y viendo si se sienten cómodos para quitarse la ropa. Pasado esa media hora, si no es lo que esperaban encontrar o no se sienten cómodos o no se animan, cualquiera sea la razón, se pueden retirar sin ningún problema, nadie les va a recriminar nada”, dice Suárez sobre las bondades del lugar.

Suárez también habla sobre un tema controvertido relacionado con el nudismo: el sexo: Contra lo que mucha gente piensa, que asocian el nudismo con el sexo, no tiene nada que ver con eso. Es un lugar familiar donde inclusive concurren familias, algunos con niños. Por lo tanto, el lugar es familiar. No tiene nada que ver con prácticas sexuales, ni nada que se le parezca. Digo esto porque hay un preconcepto en la sociedad que asocia el nudismo con la sexualidad.

Para difundir el lugar Suárez encontró una actividad novedosa: la maratón nudista, que se hace siempre el primer o el segundo domingo de diciembre.

“Le llamamos maratón, pero no es una maratón. En realidad es una carrera cross country con dos categorías, una de 3 kilómetros y otra de 6 kilómetros. La de 3 kilómetros es para los que quieren vivir la experiencia de correr desnudos, pero no son corredores. Y la de 6 kilómetros sí ya está orientada a aquellos que son corredores, que normalmente corren maratones o cross country y que quieren vivir la experiencia de hacerlo desnudo. Se tiene que correr totalmente desnudo, lo único que se puede usar son zapatillas, gorra para protegerse del sol y anteojos oscuros también para protegerse del sol. Y en el caso de las mujeres, si tienen mucho busto, porque es doloroso correr desnudos para las mujeres y si expresamente lo piden, se les autoriza usar un sostén deportivo durante la carrera. Normalmente convoca entre 80 y 120 personas corredores, más la gente que concurre a acompañar, que también tienen que hacer nudismo”, dice un entusiasmado Suárez.

Otras miradas, misma filosofía

“Nunca tuve pudor de mi cuerpo desnudo frente a otros, conocidos o desconocidos, en ningún momento de la vida. Eso es algo que me inculcó mi padre desde pequeño cuando buscaba, por alguna circunstancia, ocultar mi desnudez, de mi hermano menor, por ejemplo. Mi primera experiencia haciendo nudismo social fue cuando tenía 19 años. Estaba en Europa, haciendo un viaje de mochilero, y fui a parar a una pequeña y no turística isla en el mar Egeo. Alquilé una moto y empecé a recorrer la isla. En una curva, sobre un pequeño acantilado, subyugado por la vista panorámica, detuve la marcha y abajo divisé una bella playa. Era una playa nudista. No dudé y bajé. ¡Qué hermosa primera experiencia! Me instalé en un lugarcito. Y empecé a observar cómo familias enteras disfrutaban del día de playa. Adultos, niños, jóvenes, abuelos”, cuenta Guillermo González, gestor cultural y practicante del nudismo.

“Siempre disfruté esas bañadas en el río sin ropa. Aunque muy pocos amigos me seguían la corriente. Así fue hasta que en 2006 con mi pareja fuimos a Yatan Rumi. Nudismo obligatorio. A mi juego me habían llamado. Fuimos recibidos por Miguel Suárez y Pablo Ursomarzo. Y un puñadito de personas. Todos desnudos, conversando, preparando la comida en una cocina compartida, paseando por el campo. Estar desnudo en casa, ¡es tan cómodo! Dormir desnudo, ¡es tan placentero! Compartir la desnudez con desconocidos fue impactante. Todos esos fantasmas del erotismo sobrevolando o envolviendo y alguna erección no controlada –por ende-, se disiparon por fuerza de la propia experiencia en marcha. Hay tanto erotismo como el que puede darse en la fila del cajero automático entre dos personas que se atraen; es decir, el hecho de la desnudez no es condición suficiente. Con el nudismo me di cuenta que mantenía conversaciones mirando todo el tiempo a los ojos de mis circunstanciales interlocutores. Y que no tenía esa conducta cuando estaba vestido. ¡Qué fuerte es estar sosteniendo todo el tiempo la mirada en los ojos de la otra persona! Te conecta de un modo distinto”, agrega Guillermo.

Por último, este nudista hace referencia a la época para practicarlo: En invierno se complica un poco. Y en esas épocas de baja temperatura, donde se complica hacer nudismo al aire libre, se hacen reuniones o cenas al desnudo en la casa de alguien que ofrece su lugar. Hermosa experiencia. Y hacer yoga desnudo, también.

PFAO, así se hace llamar, es artista plástico y practica el nudismo desde hace 60 años. Habló con Hoy Día Córdoba sobre está modalidad.

– ¿Qué es el nudismo?

El nudismo es una forma de vida, una forma de disfrutar el desnudo y una manera natural de expresarse, ya que al no haber ropa, uno queda expuesto totalmente. Entonces, cuando estamos todos desnudos, estamos todos en forma natural y se pierden o se dejan de lado un montón de pretensiones que la ropa o los intereses llevan a eso.

-Muchas veces se vincula el nudismo con el sexo, el amor libre.

Ese es un error del 90% de la gente que no es nudista, porque piensa que al estar desnudo unos frente a otros, tenemos la necesidad de tener una actividad sexual. Yo he visto las playas en Europa que la gente se respeta muchísimo. Está bien, se pueden ir a las dunas, se pueden ir a las cuevas, pueden ir a tener sexo por ahí, pero en el centro urbano, está respetado 100%. Puede haber algunos señores que tengan alguna erección. No hay problema, porque es una forma natural. La erección fomentada o masturbada no es oportuna, porque es una agresión para las otras personas que están ahí.

¿Hay una edad, una franja etaria en la que la gente se inicia en el nudismo?

Se puede iniciar en cualquier momento. Yo prácticamente he sido nudista desde niño. Aunque mi familia era parcialmente nudista. Mi abuelo materno nos preparaba unas ollitas en el río y nos ponía ahí y él se hacía una ollita más arriba. Y me llamaba la atención que siempre se quedaba encogidito debajo del agua. Bueno, ya como nudista, caí en cuenta de que él era así. No creo que haya una edad para el nudismo. Sí hay una proporción de que los niños llevados de chicos a ser nudistas, cuando llegan a la adolescencia, en su desarrollo físico, se inhiben a estar en público. En Europa han armado, sobre todo en Alemania, colonias vacacionales para niños de esa edad. Porque los niños tienen que aceptar su nuevo cuerpo, digamos. Superada esa etapa, llegan a la post-adolescencia y ya en la juventud se vuelven a integrar al nudismo. Aquí, no sé en estos momentos, pero cuando yo estaba en el candelero, la edad era de los 40 para arriba. Porque veníamos de los viejos hippies.

¿Un sueño?

Tener una bicicleteada en Córdoba. Es posible, porque Córdoba es muy especial. Critica muchas cosas, pero le atraen cosas exóticas. Entonces, imagínate, una bicicleteada nudista en el Parque Sarmiento sería un boom. Hay que ver cómo el gobernador o el intendente apoyarían. También sería interesante poder tener en Córdoba, como hay en otros lados, algunos gimnasios nudistas y piletas nudistas.

Para concluir, el nudismo en Córdoba sigue siendo una práctica que refleja la diversidad de opiniones y tradiciones dentro de la sociedad. Aunque la práctica enfrenta ciertos desafíos y prejuicios, también hay una creciente apertura hacia la aceptación de estilos de vida alternativos. La convivencia de los valores tradicionales con las filosofías más liberales como el nudismo muestra el constante diálogo entre el respeto por la naturaleza, la libertad personal y las normativas sociales.

La evolución de la percepción de esta práctica dependerá del respeto mutuo y del entendimiento de que, más allá de las diferencias, el nudismo es una expresión legítima de libertad que promueve la conexión con uno mismo, con los demás y con el entorno natural. Sin lugar a dudas, Córdoba sigue siendo un escenario interesante para reflexionar sobre cómo las tradiciones y las nuevas tendencias pueden convivir, enriqueciendo la vida cultural de la provincia y ofreciendo espacios para quienes eligen vivir de acuerdo con estos valores.

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