La medida política de eliminar aranceles e impuestos internos sobre productos electrónicos en el país, encendió las alarmas en Chile, donde medios de comunicación y analistas advierten sobre el posible impacto económico negativo que podría generar la medida en el comercio trasandino.
Hasta ahora, miles de argentinos cruzaban la cordillera para adquirir artículos tecnológicos —como celulares, televisores y aires acondicionados— a precios considerablemente más bajos que en su país. Esta tendencia había convertido a los tours de compras a Chile en un fenómeno cada vez más frecuente, especialmente durante fines de semana largos, como los de Semana Santa o el pasado 1° de mayo, cuando más de 20.000 personas cruzaron por el Paso Cristo Redentor desde Mendoza, según datos de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La nueva normativa del país, que establece la eliminación total del arancel del 16% para celulares importados y una baja en los impuestos internos del 19% al 9,5% para electrónicos importados —y del 9,5% al 0% para los fabricados en Tierra del Fuego— podría alterar drásticamente esta dinámica.
Medios chilenos como La Tercera se preguntaron si «se termina la fiebre por venir a Chile», mientras CNN Chile advirtió que estos cambios podrían modificar significativamente el comportamiento de consumo de los argentinos, que durante los últimos años aprovecharon la diferencia de precios para comprar tecnología del otro lado de la cordillera.
Actualmente, las diferencias de precios siguen siendo notorias: un celular de alta gama cuesta alrededor de USD 1.147 en Chile frente a USD 2.566 en Argentina. Una TV LED de 43 pulgadas se consigue por USD 288 en Chile y por USD 637 en Argentina. Lo mismo sucede con los aires acondicionados, que tienen un valor de USD 467 en Chile frente a USD 748 en el mercado argentino. Sin embargo, con la baja de aranceles e impuestos, esa brecha podría reducirse notablemente en los próximos meses.
El medio chileno Biobio fue más contundente al señalar que “Chile perdería a sus mejores clientes turistas”, remarcando que los argentinos lideran históricamente el ranking de visitantes extranjeros y son quienes más consumen en su territorio gracias al tipo de cambio favorable y a tratados de libre comercio. Meganoticias, por su parte, planteó que si los precios bajan efectivamente en Argentina, esto podría golpear directamente al comercio chileno.
Según cifras oficiales del Indec, durante el primer trimestre del año, los argentinos gastaron USD 56,6 millones en Chile, mientras que los turistas chilenos dejaron USD 31,4 millones en Argentina, arrojando un saldo negativo de USD 25,2 millones para el país.
Con estas modificaciones, el Gobierno busca frenar la fuga de consumo al exterior y abaratar el acceso a tecnología para los consumidores locales. Sin embargo, del otro lado de la cordillera, temen por el posible fin de una de sus principales fuentes de ingreso turístico y comercial.
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