Valeria Reinoso ingresó el 10 de octubre de 2018 al Hospital Privado de Córdoba para someterse a una cirugía estética. Sin embargo, su vida cambió para siempre.
Según explicó el marido de la mujer, ella “salió en perfectas condiciones” de la operación. Pero cuando la trasladaron a la sala de recuperación para el postoperatorio sucedió algo inesperado.
El hombre denunció que la mujer “sufrió un estado de hipoxia (estado de deficiencia de oxígeno). Esto le provocó un grave daño cerebral” que la dejó cuadripléjica, sin reacciones neurológicas, con traqueotomía, gastrostomía, sonda vesical y cateterismo.
Reinoso quedó en coma durante un mes y luego estuvo en una sala intermedia. Actualmente permanece internada en su casa con una sala de terapia adaptada a su situación.
“El centro de salud reconoció la responsabilidad y puso a disposición de Valeria una atención superlativa”, agregó.
Fiorelli denunció al hospital por mala praxis y abandono de persona. Además, cuestionó el accionar de “los médicos y anestesiólogos que tenían que estar atendiéndola en ese momento y no estuvieron”.
“Pido justicia por Valeria y quiero que esto no le pase a otra persona”, concluyó el marido de la afectada.
La fiscal Patricia García Ramírez, del distrito 3 turno 5, quedó a cargo de la investigación.
Tras la divulgación de la noticia, el Hospital Privado indicó en un escueto comunicado: “Esta institución ha brindado al órgano jurisdiccional toda la información que le ha sido solicitada a los fines de la realización de medidas probatorias. Por tal razón, no se efectuará ninguna manifestación por fuera del marco del proceso judicial en curso”.