La noticia de un preso que logró sortear dos controles y presentó un cuchillo en medio de la audiencia en la que se lo juzgaba, puso al descubierto una falla en el sistema de seguridad del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC). Luego de que el caso trascendiera, el jefe de la alcaidía que funciona en el subsuelo del edificio de Tribunales II, fue retirado de sus funciones.
El viernes pasado, Juan Carlos Muñoz (26) abandonó la cárcel de Bouwer para presentarse a declarar frente al juez Eugenio Pérez Moreno. El interno, alojado en el pabellón E del módulo de máxima seguridad MX1 de Bouwer, atravesó dos requisas antes de llegar a la sala en la que se lo juzgaría por el robo de un teléfono celular.
El primer control se realizó al salir Muñoz del pabellón, antes de subir a la unidad de traslado, mientras que el segundo cacheo se produjo en Tribunales, antes de ingresar a la sala de audiencias.
Allí, el proceso se desarrollaría de forma rutinaria: el defensor oficial Eduardo Caeiro había acordado con el fiscal de la Cámara 8º de Córdoba, Hugo Almirón, que Muñoz recibiera una pena acotada. Sin embargo, al iniciarse la audiencia, el acusado le contó al magistrado: “Estoy muy mal, con riesgo de vida en la cárcel. Ahí donde estoy, hay peleas con otros y estoy amenazado de muerte. Adentro del pabellón hay armas”. “Si me permite, señor juez, para que usted vea, esto es lo que hay adentro del pabellón”, continuó Muñoz, mientras se levantaba del banquillo.
Luego, extrajo lentamente de la parte más alta de su pantalón, un arma blanca comúnmente denominada “punta”, de seis centímetros con un mango hecho de trapos y cinta. Luego del episodio, el proceso siguió continuó y Muñoz fue condenado a un año y dos meses de prisión.
En tanto, la punta fue secuestrada y se dio origen a un sumario para determinar responsabilidades. A raíz de que se hiciera público este episodio, el SPC retiró de sus funciones al jefe de la alcaidía que funciona en el subsuelo de Tribunales II, ya que por ese lugar había pasado el interno antes de llegar a la sala de audiencias.
Ahora será el Tribunal de Conducta Policial quien determinará su responsabilidad en el hecho. Por su parte, el abogado del preso explicó que el elemento lo trajo desde la cárcel y lo ingresó a Tribunales escondido dentro de la cavidad anal.