Se trata de Cristina Vázquez, de 38 años, cuyo cuerpo fue descubierto cerca de las 14 en el sector de ingreso principal a su casa del barrio El Palomar de la capital de Misiones por su hermana.
La hermana de Cristina fue quien dio aviso a las autoridades a raíz de que la mujer, desde hace días, no contestaba los mensajes ni atendía a su puerta, lo que despertó la preocupación en sus familiares. En el lugar trabajaron efectivos de la comisaría Tercera de Posadas bajo la supervisión del juez de Instrucción 6, Ricardo Balor.
Si bien los detalles del caso se preservan, los indicios apuntan a un suicidio como principal hipótesis, ya que según sus familiares la mujer atravesaba un profundo cuadro depresivo.
Al respecto, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, escribió esta tarde en su cuenta de Twitter: «Cristina Vázquez pasó 11 años presa por un crimen que no cometió y fue absuelta por la Corte SJN recién en diciembre pasado. Víctima de un sistema patriarcal, condenada por ser mujer y pobre. Lo seguimos diciendo: necesitamos una reforma judicial con perspectiva de género».
Vázquez y Cecilia Rojas (37) -la otra mujer condenada por el crimen de Ersélida Dávalos de Insaurralde (79)- fueron beneficiadas en diciembre del año pasado por el fallo del máximo tribunal, luego de que durante años sostuvieran que eran inocentes y fueran defendidas por distintas organizaciones que reúnen a penalistas del país.
El caso comenzó el 27 de julio de 2001, cuando la jubilada del Poder Judicial de Misiones fue asesinada a golpes en la cabeza, presuntamente con un martillo, en su casa de Posadas.
La mucama la encontró al día siguiente en el lavadero y se determinó que de la vivienda habían robado dinero y joyas, pero no se hallaron testigos para esclarecer el hecho.
No obstante, en 2002 fueron presas ambas mujeres, luego liberadas y detenidas otra vez en 2008; finalmente en 2010 recibieron prisión perpetua por «homicidio calificado criminis causa».
El fallo fue confirmado por el Superior Tribunal de Justicia de Misiones, pero fue apelado a la Corte Suprema, que en 2016 ordenó revisarlo integralmente, lo cual no se hizo y por eso volvió al máximo tribunal.
La defensa siempre planteó serias irregularidades: al momento del crimen, Vázquez estaba a ocho kilómetros de donde mataron a Dávalos de Insaurralde y ninguna prueba científica ni testimonial directa pudo comprobar su participación en el delito.
Sólo se tomó en cuenta que el día anterior por la tarde Cristina había pasado por la puerta de la casa de la víctima con una amiga y testimonios contradictorios.
«Yo quiero que esta causa, que estos 11 años que estuve presa siendo inocente sirvan para que los jueces, la Justicia misionera y la del país cambien, que simplemente hagan lo que tienen que hacer, que cumplan con la ley, con la Constitución y los códigos», resaltó Cristina Vázquez, al recuperar su libertad el pasado 27 de diciembre.