El riesgo de incendio en Córdoba aparece hoy como bajo, según informó el Gobierno provincial, situación que no se registraba desde mayo pasado, cuando, después de la temporada de lluvias, comenzó el período de mayor sequía desde 1955 de acuerdo a los registros.
Las importantes precipitaciones que se dieron desde el último fin de semana en gran parte del territorio provincial generaron una importante humedad en el ambiente y en la vegetación, que redujeron las probabilidades de incendios forestales.
La sequía del año pasado, sumada a una temporada de mucho viento, fueron determinantes para que en Córdoba se incendiaran más de 300.000 hectáreas, con fuegos que se dieron incluso hasta en el mes de diciembre, época del año en que habitualmente no se detectar focos ígneos.
A pesar de las lluvias y el bajo riesgo de incendios, sigue siendo preocupante los niveles de los diques y lagos de la provincia, que presentan bajantes importantes en todos los casos, por lo que en las últimas semanas hubieron cortes temporales en el servicio de agua.