Así surge de nuevos datos publicados por la farmacéutica este miércoles, al tiempo que también se informó que podría solicitar una autorización de uso de emergencia para una inyección de refuerzo a partir de agosto.
La información publicada sugiere que en personas de 18 a 55 años que reciben una tercera dosis de la vacuna los niveles de anticuerpos contra la variante Delta son más de cinco veces mayores que después de una segunda dosis.
En el caso de las personas de entre 65 y 85 años, los datos sugieren que los niveles de anticuerpos contra la variante Delta después de recibir una tercera dosis de vacuna son 11 veces mayores que después de una segunda dosis.
Los investigadores de la farmacéutica señalaron que existe un «potencial estimado para un aumento de hasta 100 veces en la neutralización de Delta después de la dosis tres en comparación con la anterior a la dosis tres».
Asimismo, los indicadores también muestran que los niveles de anticuerpos son mucho más altos después de una tercera dosis que una segunda dosis contra la variante original del coronavirus y la variante Beta, identificadas por primera vez en Sudáfrica.
Los datos todavía no han sido revisados por otros investigadores ni publicados en revistas científicas. Pfizer también señaló que podría solicitar una autorización de uso de emergencia para una posible dosis de refuerzo a partir de agosto.
Hasta el momento, los funcionarios de la cartera sanitaria estadounidense no han respaldado una tercera vacuna para la población en general, pero sí están estudiando la necesidad de aplicarla en personas inmunodeprimidas.
Además, Pfizer afirmó que tiene planeado probar una versión nueva de la vacuna con el fin de atacar la variante Delta del virus, de rápida propagación, en agosto, con el primer lote ya fabricado.