La historia fundacional de Córdoba tiene en la memoria popular la llegada de Jerónimo Luis de Cabrera a las márgenes del Suquía, en cercanías de barrio Yapeyú, donde las figuras fundacionales de la ciudad erigieron la primera “picota e rollo” (columna de piedra que conmemora la fundación de una villa), en el ancón que forma el río frente a San Vicente.
En esa ubicación geográfica de nuestra localidad, el hidalgo español, junto a soldados y voluntarios expedicionistas, levantaron el fuerte que dio inicio al primer asentamiento.
Durante 1573 y 1577, la fortaleza y las chacras a su alrededor funcionaron como protección a los pobladores, punto de partida de nuevas expediciones y lugar transitorio hasta el armado final de la ciudad.
Así fue el primer trazado de la ciudad
El 28 de agosto de 1573, Jerónimo Luis de Cabrera realiza el primer boceto de lo que para él sería el diseño de ”La Docta”. El dibujo tenía las características de ciudades armadas bajo el formato de planeamiento en damero, que consiste en un trazado de manzanas rectangulares y calles perpendiculares.
El componente de esta estructura tenía como conformación inicial la distribución de 70 cuadras, 10 cuadras a lo largo y 7 a lo ancho. Además, las parcelas tenían un diámetro de 440 pies (134 m), con 4 soles de 220 pies (67 m).
El lugar elegido, por el exgobernador de Tucumán, para empezar la traza urbana de Córdoba fue al norte entre las calles Colon-Olmos, al sur Duarte Quiroz-Corrientes, al este Chacabuco-Maipú, y al oeste Gral. Paz-Vélez Sarsfield.
Los bloques principales tenían a la Plaza Central como núcleo del trazado y otros dos solares -contiguos- para ubicar la Iglesia Central, el Cabildo y la cárcel. En alusión con la actualidad hacemos referencia a la Plaza San Martín, La Catedral, Cabildo y Archivo Provincial de la Memoria (exD2).
En el reparto de las manzanas, Cabrera dividió las superficies entre los civiles que viajaban con el para poblar la nueva urbe, que será parte de la Gobernación del Tucumán. Además, quienes también fueron parte de la distribución de las parcelas, para el armado final de la capital, fueron las congregaciones franciscanas y las dominicas.
Con la traza realizada, y repartida, Jerónimo Luis despacha una expedición para mudar la ubicación del “rollo e picota” del margen norte río a la zona sur del Suquía, en términos actuales de la barranca de Yapeyú a la Plaza San Martín. En ese sector, quienes estaban ubicados eran los pueblos originarios que luego se trasladaron hacía la zona que conocemos de barrio Alberdi y Alto Alberdi.
Esta primera conformación de la capital provincial iba a sufrir una serie de inconvenientes. La decisión del patrono en iniciar una nueva expedición hacia el Paraná -en búsqueda de una ruta de salida por el Atlántico- fue el inicio de una serie de conflictos con el virreinato y Gonzalo Abreu de Figueroa -a cargo de la Gobernación de Tucumán-, quien ocupó el cargo de mandatario gubernamental de la región que tenía Cabrera.
Durante el siglo XVI, la división geopolítica de Sudamérica estaba dividida en gobernaciones: Tierra Firme, Nueva Castilla, Nueva Toledo, Nueva León y Nueva Andalucía. Dentro de la Nueva Andalucía estaba la Gobernación de Tucumán que incluía a Córdoba.
Segunda traza y finalización
Con Jerónimo Luis de Cabrera fuera del asentamiento, nace un nueva problemática en el armado final de la ciudad. La edificación programada por el gobierno central no cumplió las metas pactadas para la formación completa de una nueva urbe.
Una de las problemáticas era la falta de construcción de casas y también los solares vacíos por los propietarios que dejaron las chacras para volver a Santiago del Estero. Este éxodo provocó una crisis habitacional puso en alerta a los altos mandos de la gobernación.
Ante este desequilibrio, la resolución del gobernador fue poner a cargo del nuevo emplazado al teniente Lorenzo Suarez de Figueroa.
Por orden directa de Abreu, Suarez de Figueroa rompe el trazado y asignación de las propiedades hecha por Cabrera para empezar una nueva zonificación. El segundo y definitivo emplazado de “La Docta” va a seguir el modelo que pensó el fundador pero con leves cambios.
Por un lado, realizó la reducción de las calles de 40 a 35 pies (10 metros). Otro de los cambios realizados en el plano fue mudar la plaza a otro solar, una cuadra más adelante. Para tener una mejor fotografía, la plaza mayor de Cabrera estaba pensada donde hoy está la Catedral y la Plaza del Fundador. Mientras, que el trazado del teniente Suarez es el lugar actual que tiene la plaza San Martín.
La documentación final presentada al Cabildo por parte de Lorenzo Suarez de Figueroa se constató en actas el 11 de julio de 1577 con los solares asignados a los primeros pobladores que echaron raíces en el lugar planificado por Jerónimo Luis.