Después de cincuenta años, una fuente con estilo contemporáneo vuelve a adornar el Parque Las Heras

La fontana original integraba el parque desde su inauguración en 1889 hasta que fue vandalizada y enterrada en la década del 70. Anoche se inauguraron las obras de recuperación del centenario espacio verde.

La Municipalidad de Córdoba llevó a cabo la recuperación del Parque Las Heras Elisa, la cual involucró varios procesos. Uno de los más destacados fue la creación de una nueva fuente de agua en el lugar donde se encontraba la fuente original hace cincuenta años.

Como parte de las obras de puesta en valor del sitio, el Municipio terminó la construcción de la nueva fontana, que recupera las cuatro esculturas sobrevivientes que adornaban el recinto de agua.

Está levantada en el mismo lugar y posee un estanque de hormigón de 19 metros de diámetro y 70 centímetros de alto. En su espacio interior se emplazan las cuatro figuras femeninas, alegorías del progreso del siglo XIX: la ciencia, la industria, la agricultura y el comercio.

En sus inicios, y siguiendo el lineamiento arquitectónico epocal francés de líneas neoclásicas, estas figuras rodeaban un pedestal de mármol que se coronaba con una estatua de la República representada por una ninfa que sostenía una antorcha.

En una foto de época, podemos ver cómo era la fuente cuando el parque estaba en construcción.  “Está tomada hacia el sur oeste, ya que se ve la cúpula de Santo Domingo, las chimeneas de una fábrica de fideos en la calle Rioja y General Paz y la de la Usina eléctrica de la calle Tucumán”, explica la historiadora María Cristina Boixadós, reproducida en su libro Imágenes de Córdoba (2017), Fotografías de Jorge B. Pilcher 1870-1890.

Las 4 alegorías fueron elaboradas con hierro fundido cuyo diseño formaba parte del catálogo de la firma francesa Val d’Osne, publicado en 1867. Son piezas procedentes del mismo taller donde fabricaron las esculturas situadas en la plaza Colón y el Paseo Sobremonte.

El diseño actual, según explican desde el Municipio, incluye chorros de agua iluminados entre las esculturas, sumados a un flujo central de gran altura, a modo de alzada. El borde de la fuente está delineado con tiras de LED y genera una cascada con agua que luego, es bombeada para reutilizar el líquido.

Originalmente, los espacios verdes en la ciudad se erigieron como símbolo de modernidad acorde a la impronta parisina que reinaba en el mundo: lugares abiertos para el esparcimiento y la socialización, para la buena salud de los habitantes y del ambiente.

Pensado como “espacio de contemplación”, el sector dispone también de bancos de madera y estructura de metal, rodeado de una parquización con arbustivas y luminarias LED, similares a las utilizadas en el resto de la obra.

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