Las señales del cambio climático son cada vez más notorias, desde el aumento de temperaturas hasta eventos climáticos extremos como tormentas, sequías prolongadas e incendios forestales. Estos impactos no solo afectan la economía, la infraestructura y el entorno, sino que también repercuten en la salud mental de las personas.
A medida que la crisis climática se intensifica, se observa un crecimiento alarmante de problemas emocionales como la ansiedad, la depresión y la angustia. Los datos proporcionados por Google Trends revelan un significativo aumento en la búsqueda de términos como «ansiedad climática» en varios idiomas, con incrementos de hasta 27 veces en inglés, 73 veces en portugués y 8,5 veces en chino, durante los primeros 10 meses de 2023 en comparación con 2017.
Países como Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega lideran las búsquedas globales sobre ansiedad climática en los últimos años, representando más del 40% de estas consultas.
Además, se ha notado un aumento considerable en las búsquedas relacionadas con la adaptación, sostenibilidad, emisiones de gases de efecto invernadero y riesgos del cambio climático, con incrementos entre el 120 % y el 150 % en los últimos 12 meses.
El impacto psicológico del cambio climático se clasifica en diversas categorías, desde los impactos directos de eventos extremos hasta los psicosociales, como la migración inducida por sequías, y los indirectos, como la preocupación y la depresión por el futuro.
La ecoansiedad, definida como el miedo crónico a los cataclismos ambientales, se ha identificado como un factor creciente, especialmente entre la población más joven, que enfrenta sentimientos de pérdida, frustración y ansiedad por la percepción de una respuesta gubernamental insuficiente.
Una investigación a gran escala realizada en 2021 reveló que el 75 % de los jóvenes encuestados (de entre 16 y 25 años) considera aterrador el futuro en relación con el cambio climático, con el 50 % experimentando emociones negativas como tristeza, ansiedad, enojo e impotencia. Más del 45 % cree que sus emociones afectan su vida y desempeño diario, mientras que el 56 % tiene la sensación de que la humanidad está condenada.
La preocupación por la salud mental en relación con el cambio climático ha cobrado tal importancia que en 2022, por primera vez en la historia, el IPCC reconoció oficialmente su impacto en este ámbito. Este tema se vislumbra como crucial durante la COP28 que se llevará a cabo en Dubái. Además, dentro de las conversaciones y agendas de esta conferencia, se espera que se aborde este tema relevante y sus implicaciones en el ámbito global.