Cerdos mini pig, la nueva tendencia en mascotas exóticas

Esta variante porcina de pequeño porte, ganó impacto mediático de la mano de celebridades de Hollywood. En los últimos tiempos, se sumó a la lista de mascotas exóticas que integran los hogares argentinos

Cerdos mini pig, la nueva tendencia en mascotas exóticas

Los mini pig, minicerdos o cerdos tacita de té, suelen salir a pasear con sus dueños, quienes los caracterizan como animales muy inteligentes, cariñosos y demandantes como un niño. Viven entre 12 y 15 años y pueden pesar desde 30 a 100 kilos.

Estos animales comenzaron a llegar al país hace unos años a través de importadores, debido a que su ingreso no está prohibido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Sin embargo, quienes los trasladan deben cumplir ciertas pautas.

Alejandro Pérez, médico veterinario y encargado del programa de porcinos del Senasa, explicó a la prensa que estos cerdos ingresaron de una forma que no fue registrada, por lo cual no fue solicitado ningún requisito.

«Estos animales son de tipo productivo y se utilizan como compañía, por lo tanto no hay ninguna normativa específica para su tenencia. Hay una zona gris, no hay nada que prohiba tenerlos», aseguró.

En Argentina, ante el aumento de la demanda de estos animales como mascotas, se establecieron unos pocos criaderos donde los cerdos pueden conseguirse por páginas de internet y redes sociales a un precio promedio de 20 mil pesos.

«En la ciudad el animal tiene un riesgo insignificante de transmisión de enfermedades de la producción porcina, no así en los criaderos que están en la ruralidad», explicó Pérez.

Dos casos especiales

Julieta Demarco, vive en el barrio porteño de Saavedra y tiene dos cerdas de la raza mini pig llamadas Pochi y Cuba. Ambas protagonizan las historias de la cuenta de Instagram @lapochivegana con la finalidad de «concientizar» sobre la importancia de proteger a los animales.

Los chanchitos son como nosotros, pasé a tener un bebé en brazos de vuelta. Sentí una conexión muy fuerte, fue un amor muy incondicional», contó Demarco.

Pero también dijo que no es tarea fácil cuidar de estos animales: son como niños de 3 años, requieren mucha atención, tenés que estar constantemente con ellos. No tienen nada que ver con un perro o un gato, son más parecidos a los humanos”.

Julieta recalcó que «al contrario de lo que se piensa son animales muy limpios, y no tienen olor desagradable» tanto así que duermen con ella y la acompañan a cada lugar que se dirige: las subo al auto y me acompañan. Son súper tranquilas», afirmó Demarco.

En cuanto a la dieta de las cerdas, esta se basa en verduras, proteínas vegetales y frutas. Según explicó Demarco comen un kilo y medio por día y «aman las frutas dulces, la banana, todo lo que sea calórico”.

Por su parte, Laura Blumen, residente de Vicente López, tiene en tránsito a una cerda llamada Bahía, que tiene un año y pesa 60 kilos.

En el mismo sentido que Demarco indicó que requieren de mucho trabajo: no es parecido a un perro sino a un niño. Son caprichosos, necesitan atención, no les gusta que los reten y les gustan los mimos».

«Son inteligentes, si le enseñás algo lo cumplen, entienden bien el ´no´ y lo que me llamó la atención es que hace caca siempre en el mismo lugar, son súper limpios», aseguró Blumen

Laura además contó que compra verduras y frutas no tan frescas para alimentar a Bahía, lo que le resulta más económico. También le proporciona garbanzos dos veces al día para que incorpore proteínas.

 

 

 

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